White Boy Rick
Director: Yann Demange
Intérpretes: Matthew McConaughey (Richard Wershe Sr.) / Jennifer Jason Leigh (Snyder) / Eddie Marsan (Art Derrick) / Rory Cochrane (Agente Byrd) / Piper Laurie (Verna Wershe) / Bruce Dern (Roman Wershe) / RJ Cyler (Rudell Boo Curry) / Bel Powley (Dawn Wershe) / Brian Tyree Henry (Detective Jackson) / Taylour Paige (Cathy Volsan) / Brad Carter (Bob) / Derrick Gilliam (Youngs) / Richie Merritt (Ricky Wershe Jr.) / Gaynelle W. Sloman (Reportero) / Kyanna Simone (Brenda Moore) / Scott Connors (Nick) / Jonathan Majors (Johnny 'Lil Man' Curry) / Raekwon Haynes (Edwin 'Nugg' Crutcher)
Duración: 110 minutos
Sinopsis: La historia del adolescente Richard Wershe Jr., quien se convirtió en un informante encubierto para el FBI durante la década de 1980 y finalmente fue arrestado por tráfico de drogas y sentenciado a cadena perpetua. [...]
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Estreno en España: 8 de Febrero de 2019

CRÍTICA

Si juntamos un biopic, con una historia sobre drogas, barrios marginales y armas, seguramente en Hollywood no quede mucho espacio para ofrecer algo novedoso. Es más, pocos elementos sorprendentes vamos a encontrar por lo general en este género, que ya de por sí da a su público lo que espera. Acción, escenas de violencia, corrupción y un ambiente deprimente que le dé un tono interesante.

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En White Boy Rick conocemos la historia de Richard Wershe Jr. Un adolescente hijo de un vendedor de armas que tras comenzar a traficar con drogas durante los años 80 se convirtió en el informante del FBI más joven de la historia.
En la película hay muchos elementos que funcionan, pero nada sobresale por encima de los demás. El director, Yann Demange logra crear una atmósfera acorde al ambiente vivido durante los años 80 en Detroit, la corrupción policial, las bandas callejeras, el narcotráfico, y la desigualdad racial en los guetos. Por otra parte, la dirección ofrece algunas secuencias y planos que de haber pertenecido a alguna película de un gran director no pasarían desapercibidos.

El papel protagonista recae en manos de Richie Merritt, en el que es su primer gran papel. Werritt consigue salvar un personaje en el que recae todo el peso de la película, pero con el que resulta difícil empatizar.
El reparto está por lo general correcto, destacando a Bel Powley, quien interpreta a la hermana drogadicta del protagonista, y como nos tiene acostumbrados en los últimos años, Matthew McConaughey. El actor vuelve a entregarse al papel de un padre atormentado por el pasado, atrapado y tratando de redimirse de sus errores anteriores en un ambiente hostil, demostrando versatilidad y dominando un personaje con diferentes vertientes.

El fallo, sin embargo, lo podremos encontrar en el desarrollo de los personajes, que resulta algo forzado, sobre todo en el caso del protagonista durante los primeros minutos de la película, y por otra parte en el propio desarrollo de la historia. La película acaba convirtiéndose en una sucesión de complicaciones para Rick a la que cuando parece que la historia llega a una conclusión vuelve a torcerse, y resulta pesado hasta llegar a un acto final que resulta descafeinado.

White Boy rick resulta una historia que, aunque consigue reflejar la mentalidad de un adolescente con la ambición como modo de vida, probablemente no pase a la historia del cine criminal. Aunque si mantendrá contentos a los aficionados de este género. En ocasiones se antoja un producto perfecto para adolescentes buscando un cine más adulto, y que podría haber resultado más personal, pecando de no arriesgar, que aunque se quede en lo correcto, se deja disfrutar.