En primer lugar, comentar que es la primera película que dirige David Fincher, director de otras películas tan brillantes como Seven, El club de la lucha, o The game, por lo que nos podemos hacer una idea de que la historia debe de ser algo original y no simplemente una historia mas de aliens.

La historia de esta tercera parte de la saga es que la teniente Ripley aterriza en un planeta que en realidad es una prisión, abandonada, sin armas y solo de hombres. Por lo tanto la primera impresión que tienen ellos es de poca aceptación a los recién llegados, porque evidentemente Ripley no viene sola, le acompaña nuestro querido Alien, cosa que los presos se dan cuenta de una manera mas o menos rápida.

Es la primera película en la que se enfrentan al Alien sin armas, y más después de ser la continuación de Aliens, donde lo que precisamente abundan son las armas. Evidentemente como se enfrentan sin armas, tienen que enfrentarse de otras maneras, y es con inteligencia e intentado engañarle, y de todos es bien sabido la inteligencia que nos enseñan en la primera parte.

Hay escenas muy buenas, como cuando están frente a frente el Alien y Sigourney Weaver (Ellen Ripley), y como el Alien no la hace daño, puesto que... (destripe... deberéis verla para saber el porqué).

Y luego el final... ¿qué decir de este final? A mi, me parece muy acertado, y más si nos ponemos en el papel de Ripley, y vemos el sufrimiento que ha pasado (en las dos anteriores películas).

Para mi gusto la mejor de las cuatro películas es la primera, seguido de la segunda, tercera y cuarta... si, me gustan por orden de aparición, pero no digo que ninguna de las cuatro sea mala, es más, esta es la más parecida a la primera, sin causar tanto agobio como puede causar esta, y sin llevarnos grandes sustos, pero un buen argumento, y una buena manera de enfocarla.

Mi puntuación sobre 10 es un 7.