Corazón Gigante (Fúsi)
Director: Dagur Kári
Intérpretes: Gunnar Jónsson (Fúsi) / Ilmur Kristjánsdóttir (Sjöfn) / Sigurjón Kjartansson (Mörður) / Margrét Helga Jóhannsdóttir (Fjóla) / Franziska Una Dagsdóttir (Hera) / Arnar Jónsson (Rolf) / Thorir Sæmundsson (Elvar) / Þorsteinn Gunnarsson / Friðrik Friðriksson (Friðrik) / Walter Grímsson (Jörgen) / Halldór Halldórsson (Gústav) / Ingunn Jensdóttir (Svana) / Sigurður Karlsson (Florist) / Zlatko Krickic (Dusan) / Þórunn Magnea Magnúsdóttir / Ari Matthíasson (Böðvar) / Sigurður Skúlason
Duración: 94 minutos
Sinopsis: Fúsi tiene cuarenta y tantos años y todavía no ha reunido el valor suficiente para entrar en el mundo de los adultos. Recorre la existencia cotidiana como un sonámbulo, apoyado en la rutina. Cuando de repente se cruzan en su vida [...]
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Estreno 13 de Mayo de 2016

Fusi es un solitario cuarentón que aún vive con su madre con la que tiene una relación aún excesivamente maternalista. Su obesidad, y su carácter introvertido es motivo de burlas entre algunos compañeros de trabajo y en general le ocasiona problemas sociales que derivan en una evidente inadaptación. Su vida transcurre entre el trabajo, quehaceres cotidianos simples y su auténtica pasión, que es la recreación de batallas en enormes maquetas fabricadas a mano. Como en muchas otras película sucede, todo cambia cuando conoce, de manera casual, a Sjöfn, una agradable mujer con aparente felicidad que desmoronará los pilares de su convencional y tranquila vida. La diferencia con otras películas, es el desarrollo y desenlace de la historia, que hacen de ella una magnífica película.

Dagur Kári es un director islandés que rueda su sexto film (Nói albínói, Dark Horse (2005)y The Good heart ya habían tenido bastante repercusión antes), en lo que se aprecia un gran crecimiento en un cineasta que tiene cierta preferencia por historias sobre personajes fracasados, alternando vidas de solitarios o de marginados, y como en esta ocasión de ambas cosas.

Fusi lleva una vida de “bicho raro” como llega a afirmas uno de sus vecinos, pero bajo su prisma interno no hay nada de extraño en sus conductas, porque están marcadas principalmente por la inocencia y por la bondad, lo que le convierten en un personaje terriblemente tierno. Esto, que en apariencia no debiera ser negativo, le acarrea una serie de problemas, como más tarde iremos descubriendo.
Y esta paradoja, suponen uno de los grandes aciertos de la película, en forma de reflexión acerca del alejamiento de los valores actuales en torno a la inocencia y los valores primitivos, en consonancia con la mentalidad infantil que Dagur Kári nos expone en su “extraña” relación con la niña que vive en su edificio y con la que acaba estableciendo una amistad.

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Por otro lado tenemos un nuevo retrato de la soledad, desde la más profunda extrañeza y abandono y catapultada por una introversión que convierte el estado marginal como algo inevitable y conduce a un abandono que pone en serias dudas los valores occidentales en torno a las exclusiones sociales. En este sentido Dagur Kári realiza un acertado contraste cuando Fusi cambia de trabajo y se encuentra con un entorno laboral radicalmente diferente; algo que le sorprende y le agrada e invita a la esperanza. También encontramos esta invitación a la esperanza, a modo de redención en tres de los personajes que le habían hecho daño sin motivo, y que le acaban pidiendo disculpas, algo inusual en este tipo de historias.

Y por supuesto tenemos la historia de amor. Toda una proeza narrativa de difícil desenlace y que con el conjunto logran una historia fascinante.

La magnífica interpretación de Gunnar Jónsson en el personaje de Fusi consigue que conecte inmediatamente con el espectador, le traslade abiertamente la ternura y por tanto sufra o disfrute con sus historias y se alegre aunque sea de sus medias sonrisas, que entenderemos como pequeñas victorias particulares en batallas, esta vez reales.

Un personaje y una historia que dejan un huella, dentro de un fascinante cine que nos propone enfrentarnos a nuestros propios valores contemporáneos.





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