Los Miércoles no existen
Director: Peris Romano
Intérpretes: Eduardo Noriega [II] (Pablo) / William Miller [VII] (Hugo) / Inma Cuesta (Mara) / María León (Patricia) / Alexandra Jiménez (Irene) / Andrea Duro (Paula) / Gorka Otxoa (César)
Sinopsis: Patricia sale con César, pero él no ha podido olvidar a Mara, su novia de toda la vida, que le dejó justo después de pedirle que se casara con él. Hace ya unos meses de esto pero aún no se ha [...]
Lea más en su ficha

Estreno 16 de Octubre de 2015

CRÍTICA

Este título se lleva representando desde hace tiempo en el teatro Figaro (al que a mi me gusta más llamarle Teatro Adolfo Marsillach), con gran éxito. Como pasó con la primero obra de teatro Closer que luego se adaptó tan bien a la pantalla, los miércoles terminó siguiendo el mismo camino. Pero Closer es una historia de amores cruzados anglosajones y esta es una historia de amores cruzados a la Madrileña; como los calamares y las tapas.
¿Por qué no digo amores a la Española? Porque la verdadera homenajeada de esta peli es la ciudad de Madrid. Y no es lo mismo comerse unos callos con una Mahou un domingo en La Latina, que tomar lo mismo en un bar de Albacete. Por eso esta historia sería otra con el mismo guión si estuviera rodado en cualquier otra ciudad de nuestro mapa.

(Más imágenes en su galería)

Su director Peris Romano, ya le conocimos por 8 Citas y diferentes series, es el autor de la obra teatral. Un director joven, nacido en una generación de artistas que intenta abrirse paso contando historias sobre la juventud perdida actual.
Si en política es difícil derrumbar los muros arcaicos que nos gobiernan, en el mundo del cine, nuestra generación está ante esa misma tarea. Y no es nada fácil. Por eso hay que premiar la valentía de este cineasta y su voluntad por no rendirse o huir al extranjero y reinventarse haciendo teatro para poder expresar en la sala grande lo que está sucediendo ahí fuera en una urbe como Madrid.

El guión fluye con soltura, teniendo grandes momentos como la conversación a tres en el bar donde los personajes intentan darse ánimos entre ellos y terminan aún más reventados, o la secuencia del videclub; hay otras que no puedo revelar por no fastidioso la sorpresa con gags para el recuerdo. Pero hay algunas donde se podía haber sacado más jugo; estando el texto muy bien, como la de los dos amigos desnudándose antes de entrar a matar, la situación ya de por si es tan graciosa que se adorna demasiado y no termina de funcionar como debería o la del pintor y la incauta al despertarse, quedándose a medio camino. Y la que no fluye en ningún momento es la de la consulta previa a entrar a una terapia de pareja. No siempre pueden estar todas a la misma altura.
Con picos y algunas bajadas, la comedia transcurre haciendo pasar al espectador un buen rato, que es de lo que se trata y que cada vez es más complicado que ocurra cuando pagas una entrada.
Te vas del cine con una sensación de alegría, de paz. Viendo que la vida es tan impredecible como lo es el propio ser humano y su levedad, que esto da muchas vueltas y que nunca sabes donde vamos a terminar.

Los actores están bien. Hay algunos originales que estuvieron en la obra de teatro y otros que se han incorporado a la versión cinematográfica. Gorka Otxoa esta tremendo, es un as de la comedia Hispana, me recuerda a nuestros grandes cómicos de los 70, e Inma Cuesta, son ambos los que tienen cogidos sus personajes con más seguridad (Atención a la secuencia del piso nuevo juntos)
Alexandra Jiménez que es una maravillosa actriz, aquí la encuentro algo perdida, no termina de encontrarse, como su personaje. Andrea Duro en un papel más maduro de lo que nos tiene acostumbrados está bien pero por importancia del personaje en la trama no le da para más. Y los que flojean por momentos son Eduardo Noriega y William Miller. Alternando grandes momentos donde están más sueltos con otros donde se les ve agarrados o tensos y no fluyen igual.
Pero en general las interpretaciones están muy bien y el tono elegido por el realizador es el correcto.

Una película muy recomendable para todas las personas de está generación incomprendida entre los 30 y los 40.
Perfecta para ir con tu pareja y amigos y luego comentar en la cena. Tendréis buena tertulia con este cocktail Madrileño con olor castizo a buen cine de comedia.

¿Será Peris Romano nuestro Robert Altman Español? El tiempo nos lo dirá…