Eden (2014)
Director: Mia Hansen-Løve
Intérpretes: Félix de Givry (Paul) / Pauline Etienne (Louise) / Vincent Macaigne (Arnaud) / Hugo Conzelmann (Stan) / Zita Hanrot (Anaïs) / Roman Kolinka (Cyril) / Hugo Bienvenu (Quentin) / Vincent Lacoste (Thomas Bangalter) / Arnaud Azoulay (Guy-Manuel de Homem-Christo) / Laurent Cazanave (Nico) / Paul Spera (Guillaume) / Arsinée Khanjian (La mère de Paul) / Juliette Lamet (La soeur de Paul) / Greta Gerwig (Julia) / Léa Rougeron (Théodora)
Duración: 131 minutos
Sinopsis: En la década de los 90, la música electrónica se desarrolla a gran velocidad. En la excitante vida nocturna parisina, Paul da sus primeros pasos como DJ. En compañía de su mejor amigo crea un dúo llamado Cheers y pronto encuentran [...]
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Estreno 18 de Septiembre de 2015

CRÍTICA

“Música electrónica como forma de vida, vida perdida por la mujer y la bebida, he perdido el rumbo pero soy feliz con soledad, jazz, whisky y eso si alguna vez llegué a tener amigos, solo Jesucristo con el Diablo se peleaban por hablar conmigo, tu escucha lo que es aún mas triste, soy un poeta y para mi la primavera no existe, yo y mis temas tu y tus historias, yo fui al que amaste y ahora yo soy al que odias”

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Esta letra de la canción Ballantines (a la cual he cambiado esa palabra por música electrónica) de los grandes Violadores del Verso le va como anillo al dedo a este fresco generacional que la directora Mia Hansen-Løve nos expone ante nuestros ojos.
En la década de los 90, la electrónica pisa cada vez con más fuerza. Paris, cuna del denominado “French Touch” movimiento que abarca desde 1992 hasta los días de hoy. Provocaron el nacimiento entre otros de los archifamosos Daft Punk.
Mia Hansen-Løve con su “Tout Est Pardonné" retrató el hundimiento de una familia a causa de la adicción a las drogas por parte de su progenitor. Su siguiente film “Le père de mes enfants” inspirado en los últimos días de Humbert Balsan, un productor con el que colaboró en el pasado. “Un Amour de Jeunesse” una dulce película sobre amores de la adolescencia fue altamente alabado por la crítica y siendo la niña bonita del cine galo llega hoy con su Eden (2014).

He de decir de antemano que ya tenía ganado mi favor por el tema que trata. La música electrónica en estas últimas décadas esta siendo parte fundamental de la cultura del nuevo siglo y los cineastas se están quedando incomprensiblemente al margen de ella. Mi pregunta respecto a eso es la siguiente: ¿No existen realizadores interesados en plasmar esta página fundamental de la contracultura actual? O es que los productores no saben el filón o interés que podría tener el público en este tema. Si las grandes majors vieran aquí business enseguida nos empezarían a bombardear con este cine. Haría falta un Easy Rider a nivel Nacional y Europeo para poder romper con este molde encrespado que no nos lleva más que a ver siempre lo mismo sobre lo mismo todo el tiempo. Vale ya de comedias romanticonas que repiten siempre la misma fórmula pero con distintos actores o los remakes de todo lo que no hacía falta hacer un remake. Con la excusa de es que las siguientes generaciones no la conocían. Las siguientes generaciones queremos riesgo, y eso significa el contar cosas que estén pasando hoy día en nuestros calles. Valentia de parte de todos los estamentos del Universo cine. Donde cada vez es más industria y tiene trato de multinacional que de arte.

El guión de esta historia me hace dudar sobre esos momentos en los que no cuenta nada y la vida de su protagonista se nos hace un absoluto coñazo o repite escenas por ejemplo con chicas en su cama-casa y no nos lleva a nada. Luego madurandola creo que viniendo de una cineasta con talento, se producen así para hacernos ver como la adolescencia eterna de este chico con cara de bueno se alarga hasta lo tedioso incluso para el mismo. Creo que es uno de esos films que envejecerán bien en el sentido de poder visionarlos con el tiempo y tener un pequeño trocito de esa década musical de la que beben tantas influencias actuales y ver dónde y por qué nació este fenómeno contracultural.
Los actores están bien elegidos, y el tratamiento noventero de la luz no está mal. Es un cuento de hadas que termina chocándose como nuestro rota contra el muro de la realidad. Como si de un primer ministro Griego se tratase y en frente estuviera un precipicio que no quiere ver porque tu sueño y tus ideales te tienen completamente cegado.