Lost River
Director: Ryan Gosling
Intérpretes: Christina Hendricks (Billy) / Saoirse Ronan (Rat) / Eva Mendes (Cat) / Matt Smith [XI] (Bully) / Iain De Caestecker (Bones) / Ben Mendelsohn (Dave) / Demi Kazanis (Barman) / Barbara Steele (Belladonna) / Reda Kateb (Conductor) / Carey Torrice (Testigo) / Cody Stauber (Invitado) / Garrett Thierry (Patrón club) / Wayne Brinston (Miembro) / Rob Zabrecky (Silver) / Nesti Gee (Taxista)
Duración: 105 minutos
Sinopsis: Una madre soltera es arrastrada a un mundo subterráneo oscuro, mientras que su hijo adolescente descubre un camino que lo lleva a una ciudad submarina secreta. [...]
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Estreno 17 de Abril de 2015

CRÍTICA

Ryan Gosling es el actor de moda del Hollywood indie. Su nombre es casi una marca; parece que solo con nombrarlo es ya sinónimo de peli interesante y de rollo pop cool. ¡Ey en esa peli sale el Ryan Gosling! Joder, seguro que es súper molona vamos a verla. Es un interprete que gusta, que ha entrado bien en la industria y al espectador. Pero cada vez tengo más dudas sobre si tiene solo una forma de actuar apoyándose en un semblante serio; como un jinete con cara de adolescente musculoso que camina entre fuego, llamas y llantos y no hay nada más; O hay más. No lo sé. El tiempo nos dirá.

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Pero ahora el señorito Ryan ha dirigido su primer film. Y se ha dedicado a copiar un poco de aquí y un poco de allá. Dentro de un extraño pueblo donde hubo antes un parque de atracciones. Una familia sin padre y una vecina con una rata llamada Nick y una abuela en estado de shock. Una hipoteca que no se puede seguir pagando y una madre obligada a meterse en el mundo enfermizo de la cabeza del director. La película plantea un mundo que me gusta y mucho. Las farolas que asoman en ese lago. La naturaleza que nace de entre los amasijos de hierros, es un tema que personalmente me encanta. Quizás su mayor baza sea esta. La de una especie de experiencia, tipo la casa encantada, donde el visitante-espectador va pasando por diferentes estancias de esa terrible y extraña mansión encantada y en una le grita un hombre lobo de color rosa, en otra ve una felación de un vampiro mientras te caen chorros de sangre del techo y en otra sales en una barca remando entre cadáveres. Pero lo que no me gusta es que ya metidos en este mundo inventado parece una especie de sueño húmedo de David Lynch una noche de demasiada ginebra, diseñado por Leonardo DiCaprio en el Origen de Christopher Nolan. ¿Por qué no seguir en él? Quero seguir. No me gusta olisquear como va a acabar. Y encima acertar. ¿Por qué está el chico bueno, su amiga rara y el malo del pueblo? ¿Cuántas veces lo he visto ya? Eso es lo que precisamente me sobra si estoy dentro de un mundo inventado. No quiero imaginarme nada, ni el clásico final, ni lo que ahora debería ocurrir y por supuesto ocurre. Nada. Esta obra posee golpes de guión e imágenes suficientemente potentes por si solas como para no hacerle falta caer en nada predecible o coherente.

El Sr Ben Mendelsohn, eterno secundario del cine Norteamericano está aquí sublime.
Él refleja exactamente lo mejor y peor de este film. Una película que intenta llevarnos a un río perdido y cuando nos sumergimos en él nos es demasiado familiar, aunque seguimos chapoteando porque nos resulta curioso y en parte atractivo.