Maps to the Stars
Director: David Cronenberg
Intérpretes: Mia Wasikowska (Agatha Weiss) / Julianne Moore (Havana Segrand) / Evan Bird (Benjie Weiss) / John Cusack (Dr. Stafford Weiss) / Olivia Williams (Christina Weiss) / Robert Pattinson (Jerome Fontana) / Sarah Gadon (Clarice Taggart) / Jayne Heitmeyer (Azita Wachtel) / Carrie Fisher (Carrie Fisher) / Niamh Wilson (Sam) / Emilia McCarthy (Kayla) / Amanda Brugel (Victoria) / Kiara Glasco (Cammy) / Joe Pingue (Arnold) / Justin Kelly (Rhett)
Duración: 111 minutos
Sinopsis: La familia Weiss es la típica dinastía de Hollywood: el padre Stafford es un analista y entrenador que ha hecho su fortuna con manuales de autoayuda; la madre Cristina solo se preocupa por la carrera de su hijo Benjie, que a [...]
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Estreno 6 de Marzo de 2015

CRÍTICA

En Postales desde el filo, novela de Carrie Fisher con claros tintes autobiográficos que fue llevada al cine, donde Meryl Streep interpretaba a la autora y Shirley MacLaine a su madre Debbie Reynolds, la actriz que se hiciera famosa por interpretar a la princesa Leia de la saga Star Wars revivía las distintas adicciones que tuvo desde adolescente y la relación tormentosa con su célebre madre. Que la propia actriz haga un cameo en Maps to the Stars, recomendando a una asistente personal de tendencias suicidas (proveniente de una familia de juguetes rotos, donde el único que saborea el éxito es un niño tarado, caprichoso y adicto), para que trabaje para una actriz que es incapaz de superar los celos profesionales hacia su madre, dice mucho del retorcido sentido del humor que comparten la propia Carrie y David Cronenberg.

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A juzgar por la cantidad de nombres reales y conocidos que en distintos momentos de la película aparecen mencionados y comparados con las situaciones que se van sucediendo (y seguro que habrán colado varias referencias más sin dar nombres por temor a demandas), detrás de los glamurosos focos de Hollywood, la crónica negra de la meca del cine campa a sus anchas. La fábrica de los sueños lo es también de los sueños rotos. De las miserias, las frustraciones, los complejos y los celos. Esa trastienda que a veces el cine ha querido mostrar pero pocas con el toque tan perverso y tan habitual de Cronenberg. Al canadiense no le interesa mostrar la cara amable de la industria, para eso ya hay mil películas. A David lo que le va es lo grotesco y lo deprimente de aquellos que tras sus quince minutos de fama (si es que los tuvieron alguna vez) no han sabido gestionar sus fracasos y culpan al mundo entero por ello.

No será la mejor película de Cronenberg pero pocas veces ha conseguido un relato tan sórdido y oscuro, ni siquiera en la enfermiza Crash. Aquí se ha volcado de lleno con la American Beauty versión Hollywood. Esas miserias que sin lugar a dudas existen en la concentración más alta de vanidad por metro cuadrado del mundo y que las letras gigantescas en lo alto de la colina muchas veces no dejan ver.