Frío en Julio
Director: Jim Mickle
Intérpretes: Michael C. Hall (Richard Dane) / Vinessa Shaw (Ann Dane) / Don Johnson (Jim Bob) / Wyatt Russell (Freddy) / Sam Shepard (Russel) / Nick Damici (Ray Price) / Lanny Flaherty (Jack Crow) / Happy Anderson (Ted) / Kristin Griffith (Kay) / Ken Holmes (Burglar) / Brogan Hall (Jordan Dane) / Tim Lajcik (Mex) / Kris Eivers (Detective)
Duración: 109 minutos
Sinopsis: Texas, años 80. Un hombre irrumpe en una casa y Richard, el padre de familia, no duda en dispararle. Convertido en héroe local, Richard se verá arrastrado en una trama de violencia y de corrupción. [...]
Lea más en su ficha

Estreno 1 de Enero de 2015

CRÍTICA

Si la función principal de los títulos de cualquier modalidad de arte hacen las veces de carta de presentación, lo de Frío en Julio es un digno ejemplo de títulos premonitorios que reflejan la sensación final que la película pueda llegar a dejar al espectador. A pesar de que su director demuestra cierto manejo detrás de las cámaras (de hecho fue premiado en su categoría en el pasado festival de Sitges por este trabajo), la adaptación de la novela de culto de Joe R. Lansdale (quizás más conocido por estos lares por la novela que inspiró la película, también de culto, Bubba Ho-tep) acaba dejando una sensación de lo más destemplada.

(Más imágenes en su galería)

Y eso que esta vez Jim Mickle contaba con algo de artillería pesada. Para esta historia de miedos, venganzas y corruptelas envuelta en tono de western urbano, que empieza recordando en parte a El Cabo del Miedo para derivar en más giros que una montaña rusa, el peso recae en un muy convincente Michael C. Hall, acompañado del siempre solvente Sam Shepard, y apuntillado con un Don Johnson que parece incorporado directamente del set de Django Desencadenado. La ya destacada labor de dirección unida a una interesante fotografía podían haber logrado algo bastante serio, pero como decía anteriormente, tanto giro y recontragiro acaba arrancando cualquier atisbo de seriedad y credibilidad a tirones.

Porque lo cierto es que el guión tiene varios ingredientes que por separado tienen bastante peso específico. El arranque desde luego no puede ser más prometedor con ese padre de familia, héroe local a su pesar, que ve amenazada su vida y la de los suyos de la noche a la mañana porque un ladrón irrumpió en su casa y ahora su padre busca venganza. Y llega el primer giro de bulto. Y parece que puede funcionar. Pero empiezan a llegar los desafíos a la lógica. Y surge otra variante en el guión. Y la lógica amenaza con salirse de su eje. Y en la pista central anuncian un más difícil todavía. Y el sentido común pide la cuenta y abandona el edificio por abuso de contradicciones.