Noé
Director: Darren Aronofsky
Intérpretes: Russell Crowe (Noé) / Jennifer Connelly (Naamé) / Ray Winstone (Tubal Caín) / Emma Watson (Ila) / Logan Lerman (Cam) / Douglas Booth (Sem) / Anthony Hopkins (Matusalén) / Leo McHugh Carroll (Jafet) / Marton Csokas (Lamek) / Nick Nolte (Samyaza) / Mark Margolis (Magog) / Kevin Durand (Rameel) / Madison Davenport (Na'el) / Dakota Goyo (Joven Noé) / Nolan Gross (Joven Cam) / Gavin Casalegno (Joven Sem) / Skylar Burke (Joven Ila) / Finn Wittrock (Joven Tubal Caín)
Duración: 138 minutos
Sinopsis: La historia bíblica de cómo Noé recibió la orden de Dios de construir un arca gigante y meter en ella a una pareja de cada animal sobre la Tierra, porque iba a lanzar un diluvio que barrería el planeta y acabaría [...]
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Estreno 4 de Abril de 2014

CRÍTICA

Darren Aronofsky empezó a deslumbrar con su película Pi, fe en el caos, luego irrumpió en el cine indie con la desoladora Réquiem por un sueño, la que le hizo darse a conocer dentro del público joven, tocando uno de los temas estrellas de nuestra generación, las drogas; y de que manera. Una película que la primera vez que la ves te deja destrozado pero que pierde efectividad cada vez que la vuelves a visionar. Se estrelló con la incomprendida La Fuente de la Vida, llena de buenas ideas e intenciones pero a camino de la nada, se queda en nada. El Luchador (2008) es una pequeña joya que entre otras cosas ayudó a resucitar al gran Mickey Rourke para la vida y para el mundo del cine de primer nivel. Y El Cisne Negro, poniéndole en bandeja su oscar a Natalie Portman, en una buena obra donde el mundo de la danza y sus envidias y miserias se ponen sobre la mesa. Con esta filmografía, te puede gustar más o menos este tío, pero no se puede negar que es un director interesante.

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Y con estas me preguntaba yo, que hace este buen hombre dirigiendo una nueva versión de algo bíblico esta vez para los grandes estudios con su versión de un capítulo tan conocido de la historia de la religión católica pero si es cierto que nadie había llevado a la gran pantalla.
Cuando en el colegio de monjas me contaban este pasaje del diluvio universal y del arca llena de animales, todo era de un color de rosa, bonito y encantador. Lo que hace este visionario es darle totalmente la vuelta a la tortilla de todo lo que habías imaginado sobre este momento o lo que te habían contado y hacerlo terrenal y cuando algo es terrenal, todo se llena de suciedad y miserias humanas. Y así es, la maldad del hombre es tal que Dios decide mandar un diluvio universal que arrase con todo para volver a empezar desde el principio. Empieza narrándonos como en el Edén estaban Adán y Eva, la serpiente, la manzana, la tentación, unos ángeles enviados a la tierra convertidos luego en hombres de piedra (un sinsentido al principio que luego tiene hasta su parte de gracia) y el mito de Caín y Abel y todo lo que sus herederos hicieron.

Toda la historia se centra en Noé, el encargo que le hace Dios y como se ciega ante su propia familia y sus propios deseos para llevar a cabo tamaña campaña. Te lleva pero no te convence del todo, te quiere iluminar pero no puedes evitar estar viendo una simple peli de acción de verano durante bastantes escenas, quiere ser evocadora y lo consigue a ratos pero no te deja ese poso que intenta dejarte. Quiere pero no puedes olvidar que ya has visto todo lo que te están mostrando en algún otro lado.El guión de esta enorme historia toca los temas religiosos que todos conocemos fundiéndolos con los de la historia de una familia cualquiera. No es fácil hacer creíbles diálogos entre personajes bíblicos, tales como Matusalén o el propio Noé y que suenen bien. La película es una mezcla entre una superproducción al estilo de las que se hacían antes como Los Diez mandamientos (1956) o La Historia más Grande Jamás Contada de , El señor de los anillos, Transformers y su propia Réquiem por un sueño con un toque de El Luchador (2008) con los primeros planos del padre y sus hijos. Metes todo esto en la coctelera y te sale este Noé.

Russell Crowe, no podía haber sido otro, ya siguió los pasos de Charlton Heston ganando el Oscar como él, en vez de con Ben-Hur (1959), con Gladiator (1992) y quiera o no, le guste o no, esto le perseguirá siempre, morirá siendo Maximo Meridio. Haga lo que haga e intente lo que intente así será. Y ahora sigue los pasos de nuevo de Charlton Heston con esta obra, encarnando aquí ferozmente y con buena presencia a este inquebrantable Noé. Bien secundado por Jennifer Connelly, bella y gran actriz como siempre y los incombustibles Ray Winstone y el siempre encantador Anthony Hopkins. Un reparto bien elegido que aporta credibilidad a esta historia, arriesgada y potente que puede engañar a muchos que vayan buscando algo que no es.