Aprendiz de Gigoló
Director: John Turturro
Intérpretes: John Turturro (Fioravante) / Woody Allen (Murray) / Vanessa Paradis (Avigal) / Liev Schreiber (Dovi) / Sharon Stone (Dra. Parker) / Sofía Vergara (Selima) / Tonya Pinkins (Othella) / Bob Balaban (Sol) / David Margulies (Rebbe) / Teddy Bergman (Yossi) / Loan Chabanol (Loan) / Delphina Belle (Rhuki) / Aubrey Joseph (Cefus) / Dante Hoagland (Coco) / Isaiah Clifton (Cyrus) / Michael Badalucco (Conductor) / Aida Turturro (Mujer del conductor)
Duración: 90 minutos
Sinopsis: Dos amigos judíos de edad avanzada se encuentran ante una desesperada situación financiera. Deciden entonces probar suerte con el negocio de la prostitución masculina, uno como gigoló y el otro como 'chulo'. Pero el asunto no será bien visto en la [...]
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Estreno 30 de Abril de 2014

CRÍTICA

John Turturro se pone detrás de las cámaras por cuarta vez para dirigir a uno de los grandes genios de nuestro siglo, el señor Woody Allen, el cual esta vez solo actúa sin ser dirigido por el mismo, interpretándose a si mismo, y haciendo de si mismo; consiguiendo al final del metraje que resulte, si eres fan como yo, que te resulte ser muy agradable, si por el contrario no lo aguantas, ni intentes ver este film. Esta vez hace de un judío de Brooklyn (no puede ser) que agobiado por las deudas y el cierre del negocio familiar, decide meterse en el mundo oscuro de prostituirse a cambio de grandes sumas de dinero, como representante de su buen amigo desde la infancia, el sr Turturro, haciendo este de gigoló al principio improvisado para mujeres a las que les sobra el tiempo y el dinero o mujeres necesitadas de cariño y amor.

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El arranque es prometedor, muy al estilo del director de Manhattan, incluso te parece que vas a ver una peli dirigida por el Sr Allen, pero pronto esa ilusión se va disipando a la vez que se derrumba el argumento y las ilusiones de gran película que habías depositado sobre ella. Cuando esperas una historia ácida, se va convirtiendo en casi una moraleja, cuando esperas una historia cómica se va convirtiendo en algo que quiere ser serio pero que tampoco llega a serlo. Lo mejor son las escenas entre el representante Woody Allen y el gigoló Turturro. La historia quiere tocar muchas cosas pero no se termina de desmarcar por algo, se queda en un casi, en todo y en un casi nada, al final. En una simple moraleja de que uno puede encontrar el verdadero camino de su vida o para lo que realmente vale la pena, en el momento menos pensado y en lo que menos creía, pero no esperes mucho más que una agradable historia a camino entre una película menor de Woody Allen y un film sobre el día a día de como ser Judio en New York