Capitán América. El Soldado de Invierno
Director: Anthony Russo / Joe Russo
Intérpretes: Chris Evans (Steve Rogers / Capitán America) / Scarlett Johansson (Natasha Romanoff / Viuda Negra) / Samuel L. Jackson (Nick Furia) / Robert Redford (Alexander Pierce) / Sebastian Stan (Bucky Barnes / Soldado de Invierno) / Anthony Mackie (Sam Wilson / Falcon) / Frank Grillo (Brock Rumlow) / Cobie Smulders (Maria Hill) / Maximiliano Hernández (Jasper Sitwell) / Emily VanCamp (Kate / Agente 13) / Toby Jones (Dr. Arnim Zola) / Callan Mulvey (Jack Rollins) / Jenny Agutter (Consejera Howley) / Alan Dale (Consejero) / Georges St-Pierre (Georges Batroc) / Hayley Atwell (Peggy Carter) / Garry Shandling (Senador Stern) / Bernard White (Consejero Singh) / Chin Han (Consejero Yen) / Dale Coffman (Consejero Rockwell) / Steven Culp (Senador Scudder) / Gary Sinise (Narrador del Smithsonian) / Thomas Kretschmann (Barón Wolfgang von Strucker) / Elizabeth Olsen (Wanda Maximoff / Bruja Escarlata) / Aaron Taylor-Johnson (Pietro Maximoff / Quicksilver)
Duración: 136 minutos
Sinopsis: Después de los catastróficos acontecimientos ocurridos en Nueva York con Los Vengadores, Steve Rogers, alias el Capitán América, vive tranquilamente en Washington D.C. e intenta adaptarse al mundo moderno. Pero cuando Nick Furia es atacado, Steve se ve envuelto en una [...]
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Estreno 28 de Marzo de 2014

CRÍTICA

Lo que está haciendo el estudio Marvel en lo referente a su gestión de recursos es digno de todos los elogios. Mira que llevamos ya unos cuantos años asistiendo con alta frecuencia a las adaptaciones cinematográficas de gran parte de su catálogo de protectores del mundo según lo conocemos y siguen moviéndose película tras película con una imaginación, un afán de superación y una frescura digna de envidia. Quizás el punto de inflexión fue el fenómeno Iron Man. Aparte de todos los logros técnicos y todo lo concerniente al brillante apartado visual, el carisma que Robert Downey Jr. trasladó al millonario inventor Tony Stark marcó un antes y un después en el mundo de los superhéroes y de alguna manera señaló el camino a seguir a la industria creada por Stan Lee consiguiendo su punto álgido, a niveles técnicos y recaudatorios, con Los Vengadores (2012).

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Quizás por ese toque retro o por aquello de no valerse de poderes mutantes o extraterrestres, o ni siquiera carísimas armas de diseño, para enfrentarse a sus correspondientes villanos empleando tan solo su propia fuerza física (sí, creada de forma artificial pero sin más añadidos), el aspecto visual que lucía la primera entrega del por aquel entonces denominado ‘el primer vengador’, unido al buen hacer de Chris Evans (demostrando que el poco calado que dejaron Los 4 Fantásticos no fue precisamente por su culpa), significó una de las mejores entregas hasta la fecha de todo el universo procedente de los cómics. Con esta secuela el asunto sigue los mismos derroteros. Pese a la extraña elección de los hermanos Russo a los mandos, teniendo en cuenta que proceden del mundo de la comedia y las sitcoms televisivas, el resultado consigue sorprender positivamente por enésima vez, cosa que a estas alturas, por saturación, cada vez es más difícil sin caer en la reiteración de unos personajes a otros. Pero desde luego, si algo tiene Marvel es páginas y páginas de storyboards pasadas por el filtro de sus legiones de fans como para saber con poco margen de error cuales son las historias que merecen ser adaptadas a la gran pantalla.

Pese a la falta de experiencia de los directores en estos terrenos, se agradece enormemente el buen gusto de usar la pantalla verde lo justo y necesario para que todo luzca con tan alto grado de realismo. Las coreografías de lucha cuerpo a cuerpo así como las espectaculares escenas aéreas (impresionante el recién llegado Falcon) vienen a confirmar que las nuevas tecnologías están ahí para hacer buen uso, y no abuso, si se quiere conseguir un resultado visual mejor acabado. La parte más difícil, también brillantemente solventada, residía en el salto temporal sufrido por el capitán, creado en la década de los 40, criogenizado hasta los incidentes narrados en Los Vengadores (2012) con poco margen para adaptarse, y ahora, con un poco más de calma, afrontando el mundo nuevo donde debe vivir habiendo dejado décadas atrás a todos sus seres queridos. Menos mal que alguien le va recordando las cosas que se ha perdido durante su gran siesta para que trate de ponerse al día cuanto antes (adjunto foto de la agenda en su versión original, la adaptación española pasa de la sorpresa al sonrojo en cuestión de segundos).

Otro punto a favor de la nueva entrega de la franquicia es enfrentar al héroe a problemas más acordes con el mundo real dotando a la intriga de un componente de thriller que le sienta realmente bien. Mientras otros compañeros con trajes llamativos se ven atrapados en el tiempo luchando contra amenazas que no dejan de ser locales, el bueno de Steve Rogers se convierte en un héroe global al enfrentarse a amenazas tangibles de afectar a la población mundial. Y eso mientras su cabeza asimila el paso del tiempo, se adapta a los nuevos tiempos y los nuevos compañeros (gran química con Scarlett Johansson), y lo peor por digerir, sufriendo dolorosas pérdidas y traumáticos reencuentros. Cuando el trabajo se hace con grandes intenciones, con cuidado por los detalles y con ilusión por seguir buscando la perfección sin acomodarse copiando lo que ya funcionó alguna vez, el resultado es seguir ganando crédito de cara a posteriores entregas.