Nymphomaniac. Parte 2
Director: Lars von Trier
Intérpretes: Charlotte Gainsbourg (Joe) / Stellan Skarsgård (Seligman) / Stacy Martin (Joven Joe) / Shia LaBeouf (Jerôme) / Christian Slater (Padre de Joe) / Jamie Bell (K) / Willem Dafoe (L) / Mia Goth (P) / Sophie Kennedy Clark (B) / Connie Nielsen (Madre de Joe) / Jean-Marc Barr (Gentleman) / Udo Kier (El Camarero) / Michael Pas (Jerôme adulto) / Uma Thurman (Mrs. H)
Duración: 120 minutos
Sinopsis: Una noche, al pasar al lado de un callejón, un solterón llamado Seligman se encuentra tirada en el suelo a una mujer llamada Joe, quien ha sufrido una brutal paliza. Seligman la recoge y la cuida mientras Joe, para satisfacer su [...]
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Estreno 17 de Enero de 2014

CRÍTICA

Para los que visteis la primera parte y os quedasteis con ganas de más caña, en esta la tenéis en una generosa dosis. A diferencia del sinsentido llamado “Anticristo” del amigo Lars von Trier. En este viaje hacía las entrañas de una enfermedad escondida por la sociedad como es la ninfomanía se abre ante nuestros ojos un enorme abanico de personajes apartados de los focos principales de la sociedad. Las cloacas de lo que demanda el mundo real. Un viejo y nuestra protagonista a la cual encuentra tirada en la calle herida, departen sobre la vida de esta. Una tortuosa vida llena de oscuridad, debido a su incontrolable enfermedad y sus terribles consecuencias hacia ella misma y a toda la gente que le rodea. Su mundo privado cargado de fantasías hechas realidad; llevada por su mente, exploradora enfermiza en forma de feroz excavadora en todas las vertientes que le ofrece las distintas capas de la sociedad.

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Embarcada en todo tipo de placeres sexuales, lugares aterradores, sueños rotos, familias hechas pedazos, hombres extraños, hijos sin madre, relaciones imposibles, vejaciones extremas, dolor y sangre convertida en placer.
Un festival a ritmo de fustas, habitaciones vacías, trabajos absurdos y búsqueda de un yo, que no se encuentra en el catálogo que la sociedad nos ha marcado el día que fuimos a la primera clase. Un grito ahogado en el vacío. Pagado con la soledad, el rechazo y la incomprensión del mundo, familia y amigos.

Los actores, están todos perfectamente dirigidos, interpretando papeles difíciles, ásperos pero perfectamente tratados. Especial mención a Jamie Bell, nuestro Billy Elliot. En un papel interpretado de manera fabulosa.
El guión da para hablar sin parar, lleno de preguntas sin respuesta para nuestra enferma sociedad, donde la hipocresía es la reina de nuestras vidas y nuestros pensamientos y acciones.

Lars von Trier a veces es odioso y otras es absolutamente genial. Varias obras de su filmografía son piezas indiscutibles ya en el cine de nuestro tiempo. Un maestro pretencioso, loco, encantado de si mismo con una tendencia pseudo maligna de rascar y rascar en lo más fondo de nuestro interior y ahí molesta.
Recomiendo esta película a fans del director Danés, van a disfrutar de lo lindo, a no tan fans, pero con ganas de sentirse provocados en una butaca durante dos horas; y a los que odien todo lo que haga este señor, mejor quédense en casa.
Señor Trier, cuando es usted mismo y anda tranquilo por sus pasillos centroeuropeos, fríos y angostos llevándonos de la mano por ellos como una especie de guía de la casa del terror, escandalizándonos con sorpresas en cada esquina y con finales que dan para largas horas e incluso años de charla y divagación, me gusta y mucho, me parece un cineasta necesario para la industria y para la sociedad. Una especie de urólogo del séptimo arte. Molesto pero fundamental. Pero cuando quiere mal imitar a su adorado Stanley Kubrick en Barry Lyndon o al más perfecto de los cineastas, el señor Ingmar Bergman, es cuando patina y se pega el tortazo y su cine se convierte en algo que solo entiende usted.

Elija el primero de los caminos y siga siendo ese cineasta molesto, pero necesario.