La Vida de Adèle
Director: Abdellatif Kechiche
Intérpretes: Adèle Exarchopoulos (Adèle) / Léa Seydoux (Emma) / Catherine Salée (Madre de Adèle) / Aurélien Recoing (Padre de Adèle) / Jeremie Laheurte (Thomas) / Salim Kechiouche (Samir) / Benjamin Siksou (Antoine) / Fanny Maurin (Amélie) / Sandor Funtek (Valentin) / Stéphane Mercoyrol (Joachim) / Mona Walravens (Lise) / Alma Jodorowsky (Béatrice) / Maelys Cabezon (Laetitia) / Anne Loiret (Madre de Emma) / Benoît Pilot (Padrastro de Emma) / Karim Saidi (Kader) / Baya Rehaz (Meryem) / Aurelie Lemanceau (Sabine)
Duración: 179 minutos
Sinopsis: A sus 15 años, Adèle no tiene dudas de que una chica debe salir con chicos. El problema es que tiene dudas sobre su propia sexualidad. Así que cuando una noche conoce y se enamora sin esperarlo de Emma, una joven [...]
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Estreno 25 de Octubre de 2013

CRÍTICA

Si hay algo que une a todo el mundo, que no conoce barreras y que transforma a la gente de la noche a la mañana es el amor. Puede que uno sea más o menos romántico, pero el amor siempre nos cambia cuando aparece en nuestra vida y también cuando se va, momento este último en el que nos produce una deriva sentimental que puede llegar a ser perjudicial hasta extremos insospechados.

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De amor es de lo que habla La Vida de Adele, dirigida por Abdellatif Kechiche (Venus Noire) y ganadora de la Palma de Oro 2013 del festival de Cannes. Adèle Exarchopoulos es Adele, una chica francesa de 15 años a la que le interesan los chicos, hasta que conoce a una chica de pelo azul y cero complejos que hace que se replanteé su sexualidad y por la cual siente una atracción que la llevará a tomar otros caminos.

Adele está rodada de una forma más bien clásica, llena de primeros planos de sus protagonistas que nos transmiten sus sentimientos con sus gestos y miradas en cada escena ya que, en general, los diálogos son más bien casuales tal y como serían entre dos personas en la mayoría de los momentos de sus vidas. Adèle Exarchopoulos hace un gran papel y uno llega a empatizar con cada sentimiento, con cada sonrisa, con cada lágrima. Léa Seydoux en su papel de Emma se compenetra a la perfección con ella y cada escena en la que están juntas es interesante como mínimo.

La película carece de banda sonora salvo que la escena se produzca en una discoteca o en algún otro lugar con hilo musical. El director no utiliza las típicas melodías dramáticas para enfatizar las escenas y es un detalle de agradecer. Todo lo que la película transmite es por sus situaciones y sus personajes, nada de artificios. Las escenas de sexo rayan la pornografía, pero difieren en que lo que vemos aquí es pura pasión descontrolada entre dos personas y la cámara tampoco se detiene en exceso a nada que no sea necesario para la comprensión de lo que sienten sus protagonistas. Eso sí, abstenerse de llevar niños a verla.

No le doy la máxima nota por lo mismo que a la anterior película de Kechiche: su duración. Es una película larga, muy larga, demasiado larga. No son necesarias tres horas para contar una historia de amor de manera profunda y menos cuando tienes unas protagonistas tan buenas transmitiendo sentimientos. Hay escenas que en mi humilde opinión no son necesarias o se alargan en exceso, empañando el resultado final de la película.

La Vida de Adele es un resumen de lo que nos ha podido pasar a todos, sin detenernos a discernir entre heterosexualidad y homosexualidad porque no viene al caso. Esto no quita que la película sea un canto a la tolerancia y hay que aplaudir este hecho, pero lo que de verdad importa es el mensaje de que el amor es una montaña rusa en la que nos hemos montado todos y que es capaz de cambiar nuestras vidas para siempre. Adele es, más que un personaje de ficción, un espejo de todos y cada uno de nosotros.