Jobs
Director: Joshua Michael Stern
Intérpretes: Ashton Kutcher (Steve Jobs) / Lesley Ann Warren (Clara Jobs) / Dermot Mulroney (Mike Markkula) / James Woods (Jack Dudman) / Amanda Crew (Julie) / Ron Eldard (Rod Holt) / Matthew Modine (John Sculley) / Lukas Haas (Daniel Kottke) / J.K. Simmons (Arthur Rock) / Josh Gad (Steve Wozniak) / Ahna O'Reilly (Chris-Ann Brennan) / Ronnie Gene Blevins (Dealer) / Elden Henson (Andy Hertzfeld) / David Denman (Al Alcorn) / Clint Jung (Gareth Chang)
Duración: 122 minutos
Sinopsis: La historia del ascenso de Steve Jobs, desde que dejó la universidad hasta que se convirtió en uno de los magnates tecnológicos más reverenciados del siglo XX. [...]
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Estreno 20 de Septiembre de 2013

CRÍTICA

Cualquiera que conozca un poco de la vida personal de Steve Jobs estará de acuerdo en que es, casi sin ninguna duda, uno de los personajes públicos más interesantes de finales del siglo XX. Visionario y gran emprendedor, buena culpa de que estés leyendo esto en la pantalla de tu casa se lo debemos a él. Y como todo genio, tiene su lado oscuro, esa parte menos amable y normalmente menos conocida por el gran público que tanto juego aporta a la hora de confeccionar un biopic. Con todos esos mimbres uno puede esperar un resultado que se parezca de alguna manera a La Red Social. El principal escollo es que Joshua Michael Stern no es David Fincher ni el novato Matt Whiteley es Aaron Sorkin.

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Concentrar cuarenta años de una vida donde pasaron muchas cosas en una película requiere un elaborado ejercicio de síntesis, de separar el grano de la paja y saber capturar la esencia del personaje en dosis reducidas. Mientras a veces nos quejamos de películas a las que fácilmente les sobra media hora de metraje, con Jobs se produce el efecto contrario. Con una duración de ‘tan solo’ dos horas, treinta minutos extra hubieran mejorado con seguridad alguna de las partes de la película donde, por omisión o por tijeretazo, las escenas resultan bastante vagas para la importancia que deberían tener. Aunque posiblemente la ficción se ajuste bastante a la realidad, la imagen del co-fundador de Apple, por carecer de matices o explicaciones, se muestra como un genio algo mezquino que se aprovechó de sus amigos sin ningún miramiento.

A Stern hay que concederle que la cinta funciona. Pese a lo condensado del producto, consigue dibujar a grandes rasgos la personalidad de Jobs, en buena parte por el sensacional trabajo de un sorprendente Ashton Kutcher, con agilidad y dinamismo apoyado en una dirección artística adecuada. El problema es que la sensación que deja es de producto incompleto. Toca muchos palos pero no llega a profundizar casi en ninguno. El rechazo por su novia embarazada se muestra sin mayor explicación. Cosas tan trascendentes como la guerra con Microsoft apenas ocupan un minuto en pantalla. La creación de Pixar ni se comenta. Demasiadas cosas importantes que se quedan fuera.