El Vuelo
Director: Robert Zemeckis
Intérpretes: Denzel Washington (Whip Whitaker) / Kelly Reilly (Nicole) / Don Cheadle (Hugh Lang) / Bruce Greenwood (Charlie Anderson) / John Goodman (Harling Mays) / Nadine Velazquez (Katerina Marquez) / Melissa Leo (Ellen Block) / Tamara Tunie (Margaret Thomason) / Brian Geraghty (Ken Evans) / Peter Gerety (Avington Carr) / Justin Martin (Will Whitaker Jr.) / James Badge Dale (Hombre con cáncer) / Garcelle Beauvais (Deana) / Bethany Anne Lind (Vicky Evans) / Adam Tomei (Fran) / E. Roger Mitchell (Craig Matson) / Ravi Kapoor (Dr. Kenan) / Tom Nowicki (Len Caldwell) / Conor O'Neill (Kip) / Dylan Kussman (Barry 'Dos Cervezas') / Charlie E. Schmidt (Tiki Pot) / Boni Yanagisawa (Camelia Satou) / Dane Davenport (Derek Hogue)
Duración: 138 minutos
Sinopsis: Whip Whitaker, un experimentado piloto, consigue realizar un milagroso aterrizaje forzoso salvando a casi todos los pasajeros. Después del accidente, Whip se convierte en un héroe, pero según se va desarrollando la investigación, van surgiendo muchas preguntas sobre qué pasó exactamente [...]
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Estreno en España: 25 de Enero de 2013

CRÍTICA

Cuando hace un año leí que Robert Zemeckis iba a filmar un drama con Denzel Washington de protagonista, me llamo bastante la atención. Este fantástico realizador cuya carrera oscila entre títulos como la divertidísima comedia de aventuras "Tras el corazón verde" el ya para siempre clásico de la ciencia ficción, en forma de trilogía "Regreso al futuro" "¿Quién engañó a Roger Rabbit? o la tierna "Forrest Gump" y "Náufrago" nos hace agradecerle una carrera tan versátil como maravillosa.

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Ahora vuelve de nuevo al cine con "El Vuelo" una película dura, muy dura. De esas que sientes que te están abofeteando en la butaca, y lo realmente jodido no es ver la caída en picado de ese avión que hace su ruta diaria por el cielo yankee, sino la de su protagonista; al que a lo largo de estos 120 minutos vemos descender a los infiernos del alcoholismo como pocas veces habremos visto nunca y en esos infiernos nuestro comandante baja un poquito más y cuando piensas que ya había tocado fondo, se mantiene ahí.

Una raya esnifada de cocaína, una noche de sexo y ríos de alcohol con tu azafata de vuelo y rumbo hacía el accidente de avión más realista, intimidatorio e impresionante que se haya rodado jamás en el cine. Creo que mi butaca se puso boca a bajo varias veces, y el estomago lo tuve en Cuenca durante esos angustiosos minutos en los que te viene a la cabeza todas las veces que has volado y te han dicho amablemente dos señoritas y un ceñido azafato que te pongas el cinturón porque pasamos por zonas de turbulencias.

Basada en echos reales, Zemeckis nos propone un film para adultos de la mano de uno de los grandes directores del cine infantil y familiar. Así como en Náufrago lo clava, filmando una película sin trucos, ni banda sonora, ni efectos digitales. En esta, quizás buscando el reconocimiento de tío Oscar, hace que cojeen cosas, como el personaje de la yonki fotógrafa que acompaña a nuestro prota toda la película y que pasa por delante de nuestros ojos y de los suyos sin pena ni gloria; o la relación con su ex mujer, que queda un poco coja y sobre todo meter con calzador música molona de los Rolling o Van Morrison, ultraconocida para el gran público adulto, pero que sobra en un drama de categoría. Quizás el error ha sido no inspirarse en su maravillosa historia de Naufrago habiéndose empapado de esa grandiosa sencillez y aquí buscar el efecto rápido y perfectamente enganchable. Lo que realmente interesa en este guión basado en hechos reales es el coqueteo con la dura realidad del que es alcohólico y cree que no lo es, como nuestro personaje central. El piensa que esta bien, que lo que hace es normal, que no tiene ningún problema. Y no hay nada más duro que verlo desde fuera, es durísimo. Por momentos sentí verdaderos escalofríos. La interpretación de Denzel Washington es muy apreciable, pero no llega a la altura de las grandes de su carrera como su Huracán Carter o el Alonzo de Training Day: Día de Entrenamiento. Aquí peca de economizar los mismos gestos de esos personajes que le han echo grande, y de no inventar algo nuevo para este señor que sufre de alcoholismo. Se echa en falta un trabajo actoral de más finura y detalles, menos tosco y de nervio, como acostumbra a hacer este interprete. Alguien más metódico, como hubiera sido Sean Penn o nuestro Bardem, le hubieran dado a este personaje la categoría de histórico. Aún así merecida nominación al Oscar.

Por lo demás una buena película, que podría haber sido grandiosa en todos los sentidos, pero que por lo menos nos devuelve a primera línea a este gran director de películas que siempre estarán en nuestras vidas.