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Crítica - El Ladrón de Palabras

Poster

'O la diferencia entre ser o no ser, llegar o no llegar'

24/10/2012 - Por Álvaro de Paz

(2/5)

El Ladrón de Palabras
Director: Brian Klugman / Lee Sternthal
Intérpretes: Bradley Cooper (Rory Jansen) / Jeremy Irons (El viejo) / Zoe Saldana (Dora Jansen) / Dennis Quaid (Clay Hammond) / Olivia Wilde (Daniella) / Ben Barnes (Joven) / Nora Arnezeder (Celia) / J.K. Simmons (Mr. Jansen) / Zeljko Ivanek (Joseph Cutler) / John Hannah (Richard Ford) / Ron Rifkin (Timothy Epstein) / Michael McKean (Nelson Wylie) / Brian Klugman (Jason Rosen) / Liz Stauber (Camy Rosen) / Gianpaolo Venuta (Dave Farber) / Jeanie Hackett (Joyce Weinstein) / James Babson (Dan Zuckerman) / Lee Sternthal (Brett Cropsey)
Duración: 97 minutos
Sinopsis: La publicación del primer libro de Rory Jansen es uno de esos acontecimientos arrolladores que solo se dan una vez cada generación, que aviva la imaginación del público y la industria literaria por igual. El joven escritor, carismático, inteligente y con [...]
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Estreno en España: 31 de Octubre de 2012

CRÍTICA



En el cine pasa como en la vida. Lo más importante es llegar a conseguir la emoción, traspasar, ir más allá.¿Cuántos cientos de miles de libros se escriben cada año? ¿Cuántas canciones se componen? Pero ¿Cuántas de ellas consiguen llegar al corazón del espectador? Al final es eso lo que se persigue, algo tan simple como imposible.


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Y ese es el lastre que lleva consigo este film.
Con un argumento muy atractivo, donde se abre un potente abánico de posibilidades, el apasionante mundo de la escritura de por medio, el negocio actual de la venta de libros y su obsesión por el próximo Ken Follett y su siguiente Best Seller. Con un joven escritor que se ha tomado unos años sabáticos para poder escribir su gran novela. Un padre que le anima a dejarse de tonterías y a heredar su negocio. Una mujer fiel, la cual le apoya en su sueño. Un viaje a París. Una iluminación y su vida dará un giro de 180º consiguiendo de la noche a la mañana todo lo que tanto llevaba anhelando… su sueño. Sí, pero a qué precio…

Al final de nuestros días, cuando hacemos un resumen de la factura que la vida nos ha pasado, es cuando nos salen o no las cuentas de lo que hemos pagado y lo que hemos conseguido y si nos ha valido la pena, o el simple echo de poder dormir todas las noches nos compensaba más que todo lo que hemos perdido por llegar a la meta que un día nos marcamos.
Una bonita reflexión la que esta película de corte independiente nos invita a realizar. A ratos estamos cerca del telefilm, más por su falta de potencia emocional en pantalla que por falta de recursos.

Escrita y dirigida por Brian Klugman y Lee Sternthal en su primera incursión en la gran pantalla, pecando de tener un material con buenas intenciones pero que se queda en eso, en lo que pudo ser y por desgracia no es. La pregunta es si esta propuesta en manos de un director con suficiente pulso y fuerza y sobre todo valentía como el gran Paul Thomas Anderson, hasta donde habría llegado. Y son estos detalles los que diferencian a los grandes cineastas de los del montón.

Protagonizada por el emergente Bradley Cooper, el cual hace lo que puede dando vida al protagonista de la historia pero sin aportar nada en un registro dramático en el que nunca se le termina de ver cómodo, demasiado suave, como el tono de la película. Acompañado de dos actores de peso como el gran Jeremy Irons, el cual en dos escenas se come la pantalla, aportando una dosis de credibilidad al film que le viene muy bien a la película para coger un poco de aire y respirar credibilidad. Y sobre todo una gran sorpresa para mi en Dennis Quaid, uno de esos actores que parecen como mal utilizados.De esos que siempre te preguntas que hubiera sido de ellos si hubieran tenido otro tipo de carrera. Aquí luce arrugas y acidez, en un personaje maduro y destrozado por la pena y los remordimientos. Sin duda, lo mejor de la película.

En definitiva, algo que pudo ser y no fue, sales del cine con la sensación de que te han intentado contar una buena historia pero que se han quedado en los preliminares.
Una pena, los mimbres estaban pero no cuaja, y se queda en eso… en un esqueleto de lo que pudo ser y no fue. Como la vida misma, o eres o no eres, llegas o te quedas por el camino..

 

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