Un Lugar para soñar
Director: Cameron Crowe
Intérpretes: Matt Damon (Benjamin Mee) / Scarlett Johansson (Kelly Foster) / Colin Ford (Dylan Mee) / Maggie Elizabeth Jones (Rosie Mee) / Thomas Haden Church (Duncan Mee) / Elle Fanning (Lily Miska) / Angus Macfadyen (Peter MacCready) / Patrick Fugit (Robin Jones) / John Michael Higgins (Walter Ferris) / Carla Gallo (Rhonda Blair) / J.B. Smoove (Sr. Stevens) / Dustin Ybarra (Nathan) / Peter Riegert (Delbert McGinty) / Michael Panes (Director del instituto) / Kym Whitley (Cajera) / Stephanie Szostak (Katherine Mee) / Roberto Montesinos (Hugo Chávez) / Desi Lydic (Shea Seger) / Nicole Andrews (Joyce Jamison)
Duración: 124 minutos
Sinopsis: Benjamin Mee es un intrépido periodista que ve cómo su carrera se estanca por la crisis y cómo su mujer muere por una larga enfermedad, dejándole con dos hijos que criar él solo y sintiéndose vacío. Con el propósito de comenzar [...]
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Estreno en España: 28 de Diciembre de 2011

CRÍTICA

LO MEJOR : Casi todo.
LO PEOR : Casi nada.

Puede ofrecerte títulos excelentes como Jerry Maguire o Casi Famosos (Oscar al mejor guión original en 2000), adaptaciones correctas como Vanilla Sky (recordamos que se trata de un remake de la cinta del director español Alejandro Amenábar, Abre los Ojos) o trabajos totalmente olvidables como Elizabethtown cuyo estreno se remonta a 2005. Con esta filmografía tan irregular uno se acerca con cierto recelo a ver el último trabajo del director Cameron Crowe, que supone la ruptura de cinco años de silencio. Con mucha alegría puedo decir que Un Lugar para soñar, adaptación de la novela homónima escrita por Benjamin Mee en clave autobiográfica, pertenece sin lugar a duda al primer grupo.

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Hacer la crítica de We Bought a Zoo (título original) es complicado. Complicado porque funciona todo tan bien que me cuesta encontrar una pega. No digo con esto que sea una película perfecta, original, nunca vista, sin defectos… pero lo que da creo que llega directo al espectador y va a gustar. La historia cuenta la vida de Benjamin Mee, periodista con dos hijos y un hermano mayor, que su vida se ve truncada con la muerte de su esposa. En una búsqueda de intentar salir adelante tanto él como sus hijos, deciden mudarse a una casita a las afueras de la ciudad con la única peculiaridad de que la casa trae consigo un zoo que necesita un nuevo dueño que lo saque adelante. Tanto la mediocre Elizabethtown como ésta tienen en común que se trata del viaje de una persona para auto conocerse. La diferencia es que la primera no te la crees, esta sí.

Matt Damon (Contagio, El Caso Bourne, El Talento de Mr. Ripley), Scarlett Johansson (Match Point, La Isla (2005)), Thomas Haden Church (Entre Copas, Spider-Man 3) y Elle Fanning (El Cascanueces 3D, Super 8). Estos son los nombres que a la gran mayoría les pueden sonar del reparto. Pero una de las primeras virtudes que tiene el nuevo trabajo de Crowe, aparte del trabajo actoral a título individual que es esplendido, es el equilibrio entre actores principales y secundarios. Es una película donde nadie destaca por encima de nadie. Todos están tan bien, naturales, con sus escenas de lucimiento, que no hace hincapié sólo en las cuatro caras conocidas sino que justifica porque éste o aquel están en la historia.

Como he dicho antes, puede que no sea redonda y peque tal vez de una excesiva duración pero que gran trabajo de narración se nos regala. Padres, hijos, diálogo, muerte, perdida de la infancia, recuerdos… son temas de los que habla Cameron pero con elegancia, sugiriendo a través de acciones, de miradas y como no de canciones (muy habitual en toda la filmografía de este director). Quiero destacar esa escena en la que Matt Damon está sentado en el suelo de la cocina viendo pasar una fotografías (preciosa la manera de mostrarlo) y como una de las fotos toma vida en la cocina. Esta manera de contarlo sino se sustenta con el trabajo que hace Damon se podría calificar de tremenda pedantería y no es así.

Aparte de los temas musicales, la hermosa parte instrumental la firma Jonsi, líder del grupo islandés Sigur Rós y el mejicano Rodrigo Prieto (21 Gramos, Babel) pone luz y también sombras a esta historia. Por último me gustaría dedicar la recta final de esta crítica a los verdaderos protagonistas, los animales. Rodeado de 3D, CGI y tecnología punta, como he agradecido a nivel de producción que hayan traído animales de verdad y no hayan echado mano del píxel. Para muchos puede parecerles obvios que para rodar un león traigas uno de Dios sabe donde y… ¡acción!. Hace años estoy de acuerdo que esto pasaba pero ahora creo que se abusa se del ratón y teclado porque admitámoslo, es más barato y rápido. Los animales en Un Lugar para soñar se convierten en uno más de la función (que maravilla las escenas con el tigre enfermo) y aplaudo ver un TIGRE con mayúsculas.

Una entrañable película hecha con el corazón de un director que cuando quiere… se sale y sino ¿quién conseguiría que Cuba Gooding Jr.. tenga un Oscar?.