'Aleación pobre'
24/11/2011 - Por Evelio Barbero
Acero puro
Director: Shawn Levy
Intérpretes: Hugh Jackman (Charlie Kenton) / Dakota Goyo (Max Kenton) / Evangeline Lilly (Bailey Tallet) / Kevin Durand (Ricky) / Anthony Mackie (Finn) / Hope Davis (Debra) / James Rebhorn (Marvin) / Karl Yune (Tak Mashido) / Olga Fonda (Farra Lemkova) / Marco Ruggeri (Cliff) / John Gatins (Kingpin) / Gregory Sims (Bill Panner)
Duración: 127 minutos
Sinopsis: Charlie Kenton es un boxeador fracasado que perdió la oportunidad de ganar un título cuando robots de 900 kilos y 2,50 metros de altura se apoderaron del ring. Ahora, convertido en promotor de poca monta, Charlie sobrevive construyendo robots de mala [...]
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Estreno en España: 2 de Diciembre de 2011
CRÍTICA
Pocas películas ofrecen un perfil más claro de principio fin. El viejo sueño americano vuelve a aflorar. El tan reivindicado afán de superación revive incluso en el futuro inmediato. Querer es poder y el que no triunfa es porque no lo intenta. En la historia del cine se cuentan por docenas las películas con temática similar, siendo las que están basadas en hechos reales las que mejores resultados suelen cosechar y cualquiera que haya visto el trailer de
Acero puro, que por cierto muestra todas sus bazas sin ningún pudor, podrá hacer un croquis perfecto del desarrollo de la película sin miedo a equivocarse. Difícil no es. Tomamos a un “entrenador” de robots boxeadores al que la fortuna no le sonríe hasta que encuentra un robot desahuciado con el que empieza a competir, le añadimos un hijo no reconocido con el que tiene que convivir pese a su falta de interés y le añadimos un par de malos malísimos. A partir de ahí que cada uno complete la historia. Apuesto a que a todos nos sale algo muy parecido.
(Más imágenes en su galería)
Y ojo, que estos tópicos tan manidos no tienen porque estar mal. En los últimos años, cintas como
Seabiscuit, Más Allá de la Leyenda,
Cinderella Man o
The Blind side (Un sueño posible), con tanto en común con esta cinta, fueron recibidas positivamente por crítica y público. Al fin y al cabo es cine de fácil digestión y aunque nos las sepamos de memoria hacen pasar un rato agradable que es de lo que se trata. El fallo es que no siempre el resultado final está a la misma altura, y aquí toda esta mezcla de clichés pasados por el tamiz de la factoría Disney para evitar impurezas, provoca que una cinta que cuenta entre sus virtudes la buena integración de los robots en pantalla así como unos combates aceptablemente realistas y con unos efectos de sonido que parecen los que le sobraron a
Steven Spielberg de la saga Transformers, en una descafeinada cinta familiar con un target bastante definido hacia el público más joven y cuyo único punto destacable como adulto es el escote omnipresente de
Olga Fonda.
De esta forma, el visualmente interesante arranque de la cinta pronto pasa a lucir como una aleación pobre y simplona para una cinta que, sin tener un argumento al que se le pudiera sacar mucho más, en manos de una productora menos ceñida a un público tan específico podía haber ofrecido algo más potente.