El Árbol de la vida (2011)
Director: Terrence Malick
Intérpretes: Hunter McCracken (Joven Jack) / Brad Pitt (Sr. O'Brien) / Jessica Chastain (Sra. O'Brien) / Laramie Eppler (R.L.) / Tye Sheridan (Steve) / Sean Penn (Jack) / Fiona Shaw (Abuela) / Joanna Going (Esposa de Jack) / Michael Showers (Señor Brown) / Tamara Jolaine (Señorita Stone)
Duración: 139 minutos
Sinopsis: Jack es un niño de 11 años que crece en un pueblo del medio Oeste junto a sus padres y dos hermanos. Al principio todo parece maravilloso para él, todo tiene el alma y la belleza que su madre le inculca. [...]
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CRÍTICA
LA PRIMERA VEZ QUE LA VI EN SU ESTRENO PENSE ESTO: La gente se impacienta en el cine por la ausencia casi total de diálogos, la media hora larga, muy larga de bellas imágenes sobre la naturaleza contandonos la creación del universo ,la larga duración de la cinta...
Algunos espectadores se van a los cinco minutos de empezar todo esto, otros no paran de reír nerviosamente ante algo que no entienden. Abucheos, incredulidad y algún insulto al desconocido director para el gran publico. La mayoría pensaba que venia a ver una de
Brad Pitt hasta que poco a poco se dan cuenta que Brad no es Brad y que aquí sale hasta feo y su personaje es odioso, terminan de revolverse por dentro y por fuera en la butaca.
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Yo partía con la ventaja de no solo conocer sino de admirar a este extraño cineasta llamado
Terrence Malick.
Aunque prefiero guardarme mi opinión respecto a esta obra cinematográfica porque aun la estoy terminando de formar y no quiero influir de ningún modo en quien no la haya visto y esté pensando en ir a verla.
Obra maestra o tomadura de pelo, el público es el que paga y el que decide pero si os digo la verdad; no puedo parar de pensar en ella...
LA SEGUNDA VEZ QUE FUI A VERLA PENSE ESTO: No solo ya la he digerido sino que la he ido a ver por segunda vez al cine. Cosa que recomiendo a todo el mundo; aún a riesgo de que algunos me peguen... de esta manera pude disfrutarla en su verdadero esplendor, sin nervios por la falta de diálogos, sin esperar nada más a cambio que lo que estoy viendo, tranquilo, disfrutando como espectador de los espectadores, un autentico placer. Sentarse ante
El Árbol de la vida (2011), es estar ante nosotros mismos. Es como estar ante el espejo de la vida. La historia es tan sencilla que cuando la desmenuzas lejos de las imágenes de la creación del Universo y de las galaxias comprendes que en realidad todo es menos complicado de lo que nos parece. La muerte de un hijo como metáfora de la perdida. La incomprensión frente a Dios por ese acto. La pérdida de un hermano mayor marcado por esa ausencia durante el resto de sus días. Ese hijo mayor encarnado en los ojos de
Sean Penn, espectador de su vida, rememorando su infancia. Una madre interpretado con una dulzura infinita por la actriz
Jessica Chastain, cuya composición es la pureza personificada en el cuerpo de un ser humano,un alma a merced de un marido tiránico fruto de sus creencias religiosas,s u exigencia y su frustración todas reflejadas en su hijo mayor. Una pobre alma que se lleva la peor parte siendo el poli malo como tantos millones de padres a lo largo de la historia cuyo destino es ser odiados por partes iguales para educar a su progenitor a su imagen y semejanza, un
Brad Pitt inconmensurable, en su papel más maduro y áspero en su cada vez más interesante filmografía. Y que podemos decir de su director, el cual me conquistó desde que vi
La Delgada Línea Roja... un poeta de la pantalla.
Entiendo que el espectador medio odie esta obra, que la mayoría del publico potencial picará a entrar en la sala por ver el nombre de
Brad Pitt en el cartel, entiendo que se fueran, que no la quieran volver a ver ni en pintura, que echen pestes sobre ella, que no entiendan nada y que tengan la sensación de tomadura de pelo. Entiendo perfectamente que el gran público no esta educado gracias a nuestra cultura televisiva de series Americanas, donde todo se termina explicando, existen grandes diálogos Tarantinianos y al final todo tiene una conclusión. En esta película todo eso no existe, se ha dado la vuelta al lenguaje cinematográfico común. Cada plano, cada imagen, cada sonido tienen un significado, es como una sinfonía, una partitura musical delante nuestro que resulta muy costoso seguir, y que a los minutos decidimos desconectar porque nuestra mente no está acostumbrado a tal concentración de ideas, símbolos y detalles que hay que descifrar. Se nos ha acostumbrado a la comida rápida del McDonalds en forma de películas, series y shows televisivos y ahora es muy difícil dar la vuelta a esta dinámica.
El Árbol de la vida (2011) requiere una total entrega sin pedir nada a cambio, sin barreras. Es como uno de esos libros de la literatura Universal que solo puedes entender cuando estés ya en tu madurez como hombre o que quizás nunca entiendas, o que aun así jamás te guste. Es la vez que más cerca ha estado el cine de la poesía, y la vez que el hombre se ha sentido más unido a la naturaleza o sea a Dios. La primera vez que la vi, pensé que estaba ante el
2001: Una odisea del espacio del siglo XXI pero ahora pienso que eso es quedarse corto; la gran película de
Stanley Kubrick tiene sus trucos, los efectismos tan bien llevados por su director en forma de música e imágenes que se nos quedan grabadas en nuestra mente y en la cultura popular. Tiene el pequeño librillo del gran maestro. Pero
El Árbol de la vida (2011) huye de todo esto, es todo lo contrario, es como la madre de nuestro niño protagonista, es como la naturaleza que tan bien está descrita aqui, es sencilla, muy sencilla... como lo somos nosotros...