Asesinos de élite
Director: Gary McKendry
Intérpretes: Jason Statham (Danny Bryce) / Clive Owen (Spike) / Robert De Niro (Hunter) / Dominic Purcell (Davies) / Aden Young (Meier) / Yvonne Strahovski (Anne) / Ben Mendelsohn (Martin) / Adewale Akinnuoye-Agbaje (El agente) / Matthew Nable (Pennock) / Lachy Hulme (Harris) / Firass Dirani (Bakhait) / Nick Tate (Comandante B) / Bille Brown (Coronel Fitz) / Michael Dorman (Jake) / Grant Bowler (Cregg)
Duración: 116 minutos
Sinopsis: Tres antiguos miembros de las fuerzas especiales son contratados por un jeque árabe para matar a los tres miembros del SAS (Servicio Especial Aéreo británico) responsables de las muertes de tres de sus hijos ocurridas durante unos disturbios en Omán diez [...]
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Estreno en España: 18 de Noviembre de 2011

CRÍTICA

Danny Bryce se ha cansado de matar y quiere retirarse a una tranquila casa en Australia, a llevar una vida de paz y tranquilidad. Pero ya se sabe que un asesino profesional suele tener difícil lo de retirarse, sobre todo en el cine, y sobre todo si lo interpreta Jason Statham. De modo que el bueno de Danny se verá obligado a volver al negocio de la eliminación selectiva para salvar el pellejo de su poco fiable ex-compañero, Hunter, al que da vida Robert De Niro. En el camino se las verá con el despiadado agente Spike, cuyo rostro se corresponde con el de Clive Owen. Ambos, por cierto, bastante inspirados en sus papeles secundarios.

(Más imágenes en su [url=http://www.cineol.net/imagenes/pelicula/6124_Asesinos-de-elite]galería/url])

La película supone el debut en la dirección de Gary McKendry, en lo que empieza como una historia de conflictos internacionales al estilo de Red de Mentiras y acaba pareciéndose a cualquiera de la saga Transporter. El debutante realizador lo apuesta todo a la acción espectacular y al carisma de su trío protagonista, sobre los que descansa la totalidad del filme y sin los cuales este perdería casi todo su atractivo. Sin embargo puede ser esta una de sus principales pegas, ya que nunca parece decidirse por uno de los dos géneros, por lo que la mezcla final queda un poco disipada, al tener quizá demasiada acción exagerada para un thriller de espionaje internacional y demasiado poca para un producto más hormonado, cercano a Los Mercenarios u otras muchas películas protagonizados por el propio Statham.

Quizá debería haberse tomado menos (o más) en serio a sí misma, lo cual no impide un correcto producto que satisfaga al espectador medio durante sus 100 minutos de duración, pero que probablemente haya sido olvidada mucho antes de que el alopécico actor protagonista vuelva a liarse a golpes en la gran pantalla.