La Deuda (2010)
Director: John Madden
Intérpretes: Jessica Chastain (Joven Rachel Singer) / Helen Mirren (Rachel Singer) / Sam Worthington (Joven David Peretz) / Jesper Christensen (Dieter Vogel) / Marton Csokas (Joven Stephan Gold) / Tom Wilkinson (Stephan Gold) / Ciarán Hinds (David Peretz) / Romi Aboulafia (Sarah Gold)
Duración: 113 minutos
Sinopsis: En 1965, tres agentes del Mossad israelí debían realizar una misión: encontrar, apresar y sacar del Berlín Oriental a un antiguo criminal nazi que se hace pasar por doctor, para ser juzgado por sus crímenes durante la Segunda Guerra Mundial. Como [...]
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Estreno en España: 9 de Septiembre de 2011

CRÍTICA

LO MEJOR: El montaje: La construcción narrativa.
LO PEOR: ...

En el año 2007 la película israelí Ha-hov (La Deuda) dirigida por Assaf Bernstein fue nominada a cuatro premios de la Academia de Cine Israelí. Ahora nos llega el remake con un equipo plagado de nominaciones y alguna que otra estatuilla. El inglés John Madden (nominado por Shakespeare Enamorado) dirige a la ganadora del oscar por The Queen (La Reina), Helen Mirren, el nominado al oscar por En la Habitación y Michael Clayton, Tom Wilkinson, y junto a ellos Jessica Chastain (actriz revelación este año que la veremos en la que, si un servidor no se equivoca podría ser la película del año, El Árbol de la vida (2011)), Sam Worthington (Avatar, Terminator Salvation) y Marton Csokas (El Reino de los Cielos, El Mito de Bourne). El guión que escribe Matthew Vaughn (Kick-Ass. Listo para machacar, X-Men: Primera generación) junto a su colaboradora habitual Jane Goldman y Peter Straughan (Los Hombres que Miraban Fijamente a las Cabras y la ahora aplaudida en Venecia El Topo), tiene el ritmo preciso para mantener al espectador expectante durante sus dos hora de duración. No es una obra perfecta pero si una que destaca.

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Saltos temporales que van desde 1965 hasta el 97. Esta es la estructura que el germano Alexander Berner (El Perfume: Historia de un asesino, Resident Evil, Los Tres Mosqueteros (2011)) utiliza sabiamente para contar esta historia. Utilizo el adjetivo “sabio” porque es precisamente el montaje, también el guión pero en menor medida, lo que convierte esta película en algo llamativo. En 1965 tenemos a Sam Worthington, Marton Csokas y Jessica Chastain (su parecido con Bryce Dallas Howard es asombroso). En 1997 Ciarán Hinds (Camino a la perdición, Munich, Pozos de Ambición), Tom Wilkinson y Helen Mirren. Los actores del pasado/presente se complementan perfectamente, incluso Worthington que hasta ahora no me convencía nada su registro interpretativo. Comenzamos la historia en la actualidad y se nos presentan unos personajes marcados por algo que desconocemos. Esto, poco a poco se nos va desvelando, dosificando la información perfectamente. Al haber optado por elegir actores diferentes dependiendo de la edad conlleva que gestos, maneras de reaccionar... tengan que estar muy estudiado por los actores. Aquí funciona.

He querido dejar aparte al descubrimiento de este monstruo: Jesper Christensen (007 Casino Royale, 007 Quantum of Solace) que construye un villano sublime, eso si, verla en versión original. El diálogo que mantiene éste con el personaje de David me recordó al interrogatorio en una comisaria de Batman al Joker en El Caballero Oscuro. Solo esta escena merece la pena el visionado.

No es una película de acción pero tiene acción. No es un drama pero tiene drama y lo mismo con el romance. John Madden construye un buen puzzle donde todo encaja. Tiene un par de secuencias como la que tiene lugar en una estación de tren “fantasma” o el secuestro en un hospital del villano que sales con ella en cabeza. Las notas musicales del siempre genial Thomas “hombre nuevo” Newman (Cadena Perpetua, American Beauty, WALL·E: Batallón de Limpieza) son preciosas aunque a algunos os recordará en determinadas ocasiones a su trabajo en Camino a la perdición. La fotografía de Ben Davis (Layer Cake. Crímen Organizado, Stardust), colaborador habitual de Matthew Vaughn, juega entre tonos cálidos y fríos dependiendo del momento dramático de la acción. Por último, La Deuda es de las pocas producciones en los últimos años que se ha rodado en Israel. Eso le da un innegable toque de realismo apoyado en numerosas ocasiones por una cámara al hombre.

Esta es una de estas pequeñas sorpresas que nos regala este 2011.