Micmacs
Director: Jean-Pierre Jeunet
Intérpretes: Dany Boon (Bazil) / André Dussollier (Nicolas Thibault de Fenouillet) / Nicolas Marie (François Marconi) / Jean-Pierre Marielle (Placard) / Julie Ferrier (La chica de caucho) / Yolande Moreau (Tambouille) / Dominique Pinon (Fracasse) / Omar Sy (Remington) / Michel Crémadès (Petit Pierre) / Marie-Julie Baup (Calculadora) / Urbain Cancelier (Guardia de Marconi) / Jean-Pierre Becker (Libarski) / Philippe Girard (Gravier)
Duración: 105 minutos
Sinopsis: Después de que su padre muriese por una mina y de que él se salvase milagrosamente de un disparo en la cabeza, Bazil y un heterogéneo grupo de personajes de peculiares habilidades lucharán por desmantelar dos importantes empresas armamentísticas. [...]
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Estreno en España: 17 de Junio de 2011

Micmacs combina comedia y crimen creando una película interesante de dos hombres intentando destruir a dos grandes compañías armamentísticas. Es una película que requiere concentración, no es una película romántica ni tampoco del estilo Disney. Estas películas suelen tener un argumento lo suficientemente sencillo para poder distraerse jugando en PartyPoker España en tu portátil o enviar SMS mientras la ves. Micmacs incluye en el reparto estrellas de la talla de Danny Boone y Nicolas Marie

CRÍTICA

Vuelve Jean-Pierre Jeunet a las carteleras españolas, aunque a esta última cita llega con más de dos años de retraso. Tras cinco años de silencio cinematográfico desde su grandilocuente Largo Domingo de Noviazgo, más los dos de propina que hemos tenido que esperar en nuestro país (excepto los impacientes que la hayan visto por nuevos canales “alternativos”), el cineasta francés regresa con una cinta que por un lado no decepcionara a sus incondicionales, pero que tampoco le hará ganar nuevos adeptos entre el público. Si algo puede decirse de la nueva película del peculiar director es que es “una película de Jeunet”, con todo lo que eso conlleva.

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Micmacs nos cuenta la historia de Bazil (interpretado -magistralmente- por Dany Boon, uno de los valores de moda del cine de Francés) y como su vida se ve, por dos veces, destrozada por las armas (una mina anti-persona y una bala caprichosa). Tras estos sucesos, intentará hacer pagar por ello a los responsables: dos comerciantes que se enriquecen con la guerra. Para ello contará con la ayuda de una familia adoptiva muy particular de personas maltratadas por la vida que se han visto obligadas a vivir ocultos bajo una chatarrería.

Con esta premisa, totalmente natural en la trayectoria del director, Jeunet descarga en torrente la mayoría de virtudes de su cine: una tremenda potencia visual, una fotografía apabullante, un colorido digno de dibujos animados, un surtido universo de personajes secundarios a cada cual más pintoresco (y a los que los actores sacan un tremendo partido) y unas rocambolescas situaciones que juguetean con los tiempos cinematográficos.

Mención especial merece el apartado de la interpretación. El mencionado protagonista, Dany Boon, borda su papel protagonista, y como es habitual en las películas de Jeunet los secundarios están muy a la altura: el clásico Dominique Pinon, la contorsionista Julie Ferrier y André Dussollier y Nicolas Marie como los despiadados traficantes de armas son algunos de los más destacados.

La parte negativa es, que conociendo la filmografía del director, parece que estés viendo de nuevo la misma película, ya que su capacidad de sorprender e innovar parece haber sido secuestrada en pos del efectismo de todas estas señas de identidad. Gustará a los que disfrutaron con las anteriores, volverá a horrorizar a los que las odiaron. Ni más ni menos que Jean-Pierre Jeunet. No es poco.