Piraña 3D
Director: Alexandre Aja
Intérpretes: Steven R. McQueen (Jake Forester) / Elisabeth Shue (Sheriff Julie Forester) / Jerry O'Connell (Derrick Jones) / Adam Scott (Novak Radzinsky) / Ving Rhames (Agente Fallon) / Jessica Szohr (Kelly) / Kelly Brook (Danni) / Brooklynn Proulx (Laura Forester) / Sage Ryan (Zane Forester) / Paul Scheer (Andrew) / Riley Steele (Crystal) / Christopher Lloyd [I] (Mr. Goodman) / Ricardo Chavira (Sam) / Dina Meyer (Paula) / Cody Longo (Todd Dupree) / Brian Kubach (Brett) / Richard Dreyfuss (Matt Boyd) / Eli Roth (Presentador del concurso) / Franck Khalfoun (Agente Green)
Duración: 88 minutos
Sinopsis: Tras una serie de temblores, en el Lago Victoria aparecen unas pirañas prehistóricas y voraces, hambrientas de carne humana tras permanecer dos millones de años encerradas en un lago submarino. Y precisamente surgen en la semana de vacaciones de primavera, cuando [...]
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Estreno en España: 25 de Marzo de 2011

CRÍTICA

El fenómeno Grindhouse, ese doblete dirigido por Quentin Tarantino y Robert Rodríguez buscando homenajear al cine casposo, cutre y de bajo presupuesto que tuvo su punto álgido allá por los 70, ha significado un recurso sin precedentes para que ciertos directores se suelten la melena y se pongan a rodar cualquier cosa amparándose en que todo lo negativo que uno pueda encontrar en la pantalla está realizado a propósito. Alexandre Aja, a priori, no entraba en la lista de sospechosos. Poco a poco se estaba labrando un nombre en el reciente cine de terror y cuando decide abordar el remake de Piraña, una de tantas cintas de terror acuático que aparecieron a la estela del éxito de Tiburón, se suponía que con poco que pusiera de su parte podría salir algo interesante.

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El problema en parte es la falta de medida que tiene esta versión. Aja se tira a la piscina con todas las de la ley, entregándose a una exaltación del cutrerío que llega a producir hartazgo. De nada sirve que haya escenas más o menos acertadas si al plano siguiente se entrega a la casquería más gore o a cualquier momento anticlimático de los tantos que le ocurren cada pocos minutos de metraje. No hace falta meterle mano al disparatado guión. Si uno entra a ver la película habiendo leído un mínimo sobre la cinta (unas pirañas prehistóricas han sido liberadas en un lago por culpa de un terremoto) y aún así sigue interesado en verla, venga lo que venga después difícilmente va a sorprenderse ya sea para bien o para mal. Es la forma de abarcarlo lo que desbarata el producto.

Que sí, que el homenaje a las películas de serie b salta a la vista. Nadie con un poco de renombre en el cine comercial se atrevería a rodar algo similar sin hacerlo intencionadamente como demuestran un par de escenas no aptas para todos los estómagos (mención especial para la “regurgitación” de una piraña en cierta escena), o esa especie de ballet submarino que a partir de ahora debería acompañar la definición de “escena de sexo gratuito” de cualquier diccionario cinematográfico. El problema es cuando apuestas por todas esas opciones y no tienes el talento visual ni de Tarantino ni de Rodríguez, y muchísimo menos el de Steven Spielberg.

En consecuencia, para pasar el rato puede considerarse pasable pese a ciertas escenas de bastante mal gusto. Entre tanta escena de vergüenza ajena, consigue arrancar alguna risa de vez en cuando. Pero de ahí no pasa. Lo del 3D es de chiste porque quitando un par de momentos contados, no aporta nada a la película salvo sacudir el bolsillo del espectador. Resumir esta película en el menor número de palabras posibles podría ser así: Casquería, tetas y cierto mal gusto. Ni más ni menos.