Cyrus
Director: Jay Duplass / Mark Duplass
Intérpretes: John C. Reilly (John) / Jonah Hill (Cyrus) / Marisa Tomei (Molly) / Catherine Keener (Jamie) / Matt Walsh (Tim) / Katie Aselton (Chica) / Tim Guinee (Roger)
Duración: 92 minutos
Sinopsis: John, que estaba solo y profundamente deprimido tras enterarse de los planes de boda de su ex mujer, no puede creer que haya tenido tanta suerte: acaba de conocer en una fiesta a Molly, una mujer hermosa y seductora. Los dos [...]
Lea más en su ficha

Estreno en España: 19 de Noviembre de 2010

CRÍTICA

Lo mejor: John C. Reilly
Lo peor: la segunda mitad del guión

Los hermanos Jay y Mark Duplass siguen usando sus peculiares técnicas de narración cinematográfica, basadas en la improvisación, para realizar una simple, pero efectiva tragicomedia.

(Más imágenes en su galería)

La ausencia de vida social de John (John C. Reilly) y el hecho de que su ex mujer Jamie (Catherine Keener), se vaya a casar de nuevo, ha marcado su fatal destino de divorciado hasta que, por fin, encuentra a la mujer de sus sueños, la preciosa y apasionada Molly (Marisa Tomei). La química entre ambos es inmediata, sin embargo, Molly es inexplicablemente reacia a que su relación vaya más allá de sus visitas a la casa de John. Profundamente confuso, John decide seguirla hasta su casa y descubre al otro hombre de la vida de Molly: su hijo Cyrus (Jonah Hill), quién no está dispuesto a compartir a su madre con nadie, especialmente con John.

Cyrus cumple con todos los elementos para ser el perfecto ejemplo de comedia independiente estadounidense: cuenta con unos fantásticos actores, la dirección y el guión de unos directores galardonados en varios festivales (entre ellos el de público en Sundance 2005) y la financiación de dos potentes figuras del panorama cinematográfico (los hermanos Tony y Ridley Scott), que les asegura una mínima distribución.

Lástima que a diferencia de otros ejemplos de cine independiente (Juno, Pequeña Miss Sunshine.), el guión de la película es lo más irregular de la cinta. Aunque la historia parte de determinados elementos interesantes (la depresión postdivorcio, la falta de autoestima, la inseguridad de la adolescencia, la manipulación de los sentimientos…) hacia la mitad de la película (el regreso de Cyrus a casa) la historia se vuelve previsible e inmadura, restándole originalidad y brillantez a la puesta en escena y a las interpretaciones.

Lo destacable de las actuaciones no es tanto por el papel que realizan (que no tiene demasiadas inflexiones ni complejidades), sino por como lo interpreta cada uno de los protagonistas. John C. Reilly vuelve a dar una lección de naturalidad demostrando que lo mismo puede hacer un musical (Chicago (2002)), un drama de época (Gangs of New York) o una surreal comedia (Hermanos por pelotas). Por su parte, Marisa Tomei desarrolla sin complicaciones un papel que aunque deja en evidencia alguna carencia interpretativa (seguramente debido a la peculiar forma de dirigir de los hermanos Duplass) vuelve a dejarnos con un gran sabor de boca a los cinéfilos que la apoyamos por Mi primo Vinny (y el famoso bulo sobre su Oscar). Jonah Hill, por su parte, se aleja de la notable interpretación de Hazme Reír o Todo sobre mi desmadre para volver a los tics y recursos que ha desarrollado en comedias como Paso de Ti, Lío embarazoso o Supersalidos.

Buena opción para aquellos a los que el contenido les importe bastante más que el continente y que sepan apreciar la curiosa ambigüedad que hay en determinados instantes de la vida, por los que a veces no sabes si es mejor reír que llorar.