"Una historia de esgrima, combates, torturas, venganzas, gigantes, milagros, persecuciones, fugas, amor verdadero, milagros..."

Sin duda alguna, esta es la mejor forma de resumir la película. Explicando un poco más podemos decir que nos cuenta la historia de Buttercup y Westley en el reino de Florin, su apasionado romance marcado por el verdadero amor, y las diferentes aventuras y desventuras a las que deben hacer frente. A su vez, la bella Buttercup es deseada y acosada por el príncipe Humperdinck, quien intentará casarse con ella a costa de cualquier cosa o persona.

Hay que mencionar que la cinta está basada en la obra de S. Morgenstern, modificada y adaptada por el escritor y oscarizado guionista William Goldman, y como tal es magnífica. En este caso, como en la mayoría (no todos, ojo), el libro es muy superior al film. Sin embargo, el trabajo y saber hacer del guionista, consigue relegar aquellos detalles y escenas menos trascendentales, como las historias de los personajes secundarios, etc., y centrarse en lo que verdaderamente importa sin perder la esencia humorística, sarcástica y amorosa de la obra original.

Una buena realización en manos de Rob Reiner, sin llegar ser muy destacable. Las escenas de amor están bien llevadas y las coreografías en las diferentes luchas y duelos son dignas de compararse con las del mismísimo Errol Flynn. La lucha entre Iñigo Montoya y el Pirata Roberts es una de las mejores que he podido ver en pantalla; unos minutos muy cuidados en metraje.

En cuanto a las interpretaciones, aceptables según mi criterio. Podríamos destacar quizás a Chris Sarandon en el papel de Príncipe Humperdinck. El porqué... pues tiene ese toque especial que hace que lo odies desde el primer momento en que aparece en escena, sin apenas haber dicho una palabra. La expresión de malo malísimo que hay en su cara no podría haberla hecho otro sino él. Cuando te dispones a ver esta película, desde el principio sabes que todo va a salir bien, el bien prevalecerá sobre el mal, la paz sobre la guerra, el amor sobre el odio. Una obra que nadie debería perderse, ni en la forma literaria ni en la cinematográfica; un auténtico clásico del género.

”Devuélveme a mi padre, maldito bellaco.”