Algo pasa en Hollywood
Director: Barry Levinson
Intérpretes: Bruce Willis (Él mismo) / Stanley Tucci (Scott Solomon) / John Turturro (Dick Bell) / Kristen Stewart (Zoe) / Robert De Niro (Ben) / Sean Penn (Él mismo) / Catherine Keener (Lou Tarnow) / Robin Wright (Kelly) / Michael Wincott (Jeremy Brunell) / Jason Kravits (Pollster) / Mark Ivanir (Johnny)
Duración: 104 minutos
Sinopsis: La película nos acerca durante dos semanas a la vida de un productor de Hollywood (Robert De Niro) mientras se rueda su nueva película. [...]
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Estreno en España: 11 de Diciembre de 2009

CRÍTICA

El cine dentro del cine no es un género nuevo, y existen sin duda varios referentes a los que luego aludiré. En esta ocasión la historia gira en torno al mundo de los productores, concretamente al genial Robert de Niro, que interpreta a uno de estos mandamases y que se las tiene que ver con un Bruce Willis que no se quiere afeitar la barba después de cobrar 20 millones de dólares para su nueva película, un director británico totalmente ido de la cabeza que no quiere cambiar el final de su película y sus ex mujeres e hijas.

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La crítica al mundo del cine es evidente, Barry Levinson no deja títere con cabeza y nos muestra con crudeza un universo donde lo que importa no es tanto la creatividad y la calidad sino que el público acuda en masa a las salas. De Niro, sin un momento de respiro personal y profesionalmente tiene que ir de un lado a otro viendo como peligra su carrera debido a las discusiones entre sus superiores y sus empleados, a los caprichos de las estrellas, a las opiniones de los pases con público, etc...

El problema viene en una total falta de ritmo, y más viniendo del gran Levinson. A este director se le podía exigir mucho más y aunque es cierto que hay escenas muy graciosas y logradas, hay otras que dejan un tanto indiferente, sobre todo la parte de la vida personal de su protagonista, que realmente no termina de cuajar. Estás más pendiente de saber cual es el siguiente escalón que Hollywood le va a poner a De Niro que ver su terapia psicológica con su ex-mujer. Se mojan, sí, Bruce Willis está impecable riéndose de sí mismo. Pero le hace falta chicha. Si exceptuamos la mencionada vida personal, todo lo que vemos cumple, pero sólo eso. No destaca cuando podría haberse creado una parodia mucho más realista y brutal de ese mundo que hay detrás de cada película que vemos y adoramos.
Es por eso que ejemplos más independientes como Vivir rodando de Tom Dicillo y sobretodo El juego de Hollywood de Robert Altman son bastante superiores en este aspecto a la cinta de Levinson, que sin dejar de ser entretenida (para los amantes de este género, por supuesto) no logra llevar a buen cauce todo lo que se propone, con un ritmo descuidado y algunas escenas sobrantes.

Una interesante propuesta pero que podría haber dado mucho más de sí.

Víctor Toyos