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Crítica - A la deriva (2009)

Poster

'Circunstancial área de servicio'

04/11/2009 - Por Sergio Roma

(2/5)

A la deriva (2009)
Director: Ventura Pons
Intérpretes: Maria Molins (Anna) / Roger Coma (Giró) / Fernando Guillén (Arcadi) / Marc Cartes (Àlex) / Anna Azcona (Eufe Pavon) / Albert Pérez (Carducci) / Pere Eugeni Font (Felip)
Duración: 95 minutos
Sinopsis: Anna, al regresar de África, donde ha trabajado como enfermera en una ONG en primera línea de conflictos, se contrata como guardia de seguridad en un exclusivo centro de salud. Allí conoce un joven conflictivo con el que establece una relación [...]
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Estreno en España: 6 de Noviembre de 2009

CRÍTICA



La adaptación de obras teatrales o de textos catalanes es una de las mayores aficiones y por qué no decir, cualidades de Ventura Pons. En este caso, el libro “Area de server” de Lluis Antón Baulenas, será el marco perfecto a través del cual el director encontrará la ventana adecuada para mostrarnos todo un imaginario bohemio de personajes sin raíces, futuro indefinido o simplemente sin ambiciones.


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La historia gira en torno al personaje principal (Anna) llegada de Africa donde ha trabajado como enfermera en una ONG y de vuelta a una vida cotidiana, muy diferente a la llevada anteriormente y con un giro radical de valores, visión de la vida y un arsenal de sentimientos contradictorios. Anna vivirá a partir de entonces en una caravana que desde un pintoresco camping se desplazará a un área de servicio donde echará alguna raíz, que junto a su trabajo de seguridad en un hospital psiquiátrico la darán a conocer nuevas vidas, nuevos amores, o deseos, y un suelo social más o menos habitable. María Molins se encargará de dar vida a este complicado personaje y lo hará con oficio y singular capacidad para otorgarle una eficacia necesaria y a la postre uno de los mayores valores de la película.

Qué duda cabe que nos encontramos ante una historia eminentemente de personajes. Cada uno con su vida personal enjaulada en un halo de misterio que Pons se encarga de potenciar y promover. Un misterio, que si bien en muchas ocasiones se agradece y se contempla como un punto positivo en el mencionado juego de personajes, en esta ocasión consiguen que la historia alcance cotas de estrechez poco deseables y se quede encerrada en un universo de incógnitas nada apetecible y poco evocador. El comentado personaje de Anna es probablemente el mejor construido, pero hubiese sido necesario un mejor enfoque de unos secundarios que se antojan significativos y que debieran aportar un mayor potencial descriptivo en una historia que se presenta como interesante en un principio y que no puede evitar verse diluida en un mar de excesivas intrascendencias y en un cristal de inevitable contemplación traslúcida. Tampoco ayuda la esperpéntica aparición de Boris Izaguirre haciendo de sí mismo, en un personaje perfectamente prescindible ni la insulsa aparición de Arcadi como contemplador atónito de escenas sexuales, del que poco jugo ha podido sacar el excelente actor Fernando Guillén.

La capacidad de Ventura Pons de fabricar o adaptar historias nos deja verdaderas obras interesantes y otras como esta película veintiuno de su carrera, que desemboca en una incertidumbre poco nítida y en un mundo bohemio y abstracto poco pulido y falto de un necesario marco emocional adaptable y conciso.

A pesar de esto, es una película que se deja ver, y que como poco no deja mal sabor de boca.


RUEDA DE PRENSA




En una discretísima Rueda de Prensa a la que pocos medios acudieron, pudimos obtener unas interesantes declaraciones de Ventura Pons, Roger Coma, María Mollins y Fernando Guillén.


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- ¿Qué nos puedes contar acerca del personaje del chico y lo poco que se sabe de él?

Ventura Pons- Giró está en un sitio de beneficencia. Lo ha traído la policía y se ha intentado cortar las venas. No es capaz de andar y eso le hace vulnerable.

- ¿Es posible que la película tenga un mensaje cuando el chico se escapa del hospital?

V.P.- Parece que Giró estaba acomodado, pero realmente está por interés. Yo no creo en los mensajes, al menos a mí no me gustan. Me gustan las historias un poco complejas. Por ejemplo el retorno de la chica con “el mal de Africa” en una confrontación brutal con la realidad. Está en un pozo del cuál intenta salir.

- Anna vuelve, pero realmente esta casada, ¿cómo es eso?

V.P.- Es una mujer que decide, y eso es raro de ver incluso en estos tiempos. Si fuese el hombre, no se le cuestionaría. Es una historia de una mujer en crisis que busca una cosa tan sencilla como encontrar a alguien, y acaba siendo utilizada.
María Mollins- A mi modo de ver el personaje, me costó entender estas relaciones en un principio. Hablé con una persona que estuvo cuatro años en Africa y me contó como cambia tu vida, tu código ético, etc. Todo cambia. Está tan al límite que ella éticamente no se cuestiona apenas nada. Uno de los posibles mensajes de la película es ver cómo se las apaña alguien que ha vivido algo tan duro. Lo interesante es cómo empatiza con los otros tres personajes que están también un poco “off side” en la sociedad.

- Hay una frase interesante: “No todos los problemas de Africa provienen de Occidente…”


V.P.- Lo dijo también Obama al llegar a Africa, lo cual yo no sabía. Y ella, uno de los conflictos que tiene es que los religiosos hacen mejor el trabajo que la propia ONG.

- Da la impresión de que el personaje de Fernando es fácil…

Fernando Guillén- Sí, cómodo. Agradable. Uno de los encantos de esta película, a mi modo de ver es el hermetismo de los personajes, sin apenas pistas sobre ellos. El mío es un poco la mirada del espectador ante algo que no acaba de entender. Giró por ejemplo me parece un personaje perfecto. No sabemos muy bien a dónde van. Pues sí, mi personaje ha sido cómodo y placentero pero también he tenido que hacer un esfuerzo por mantener la mirada del que no entiende. Cuando Ventura nos dio el guión, me pareció un personaje interesante. Está sorprendido de la actitud de ella, tan volcada al sexo (nada romántico). No es una película sencilla, pero es muy atractiva.

V.P.- Fue Fernando el que me ayudó a sacar mayor partido al personaje, y estoy muy contento de haberle tenido en la película.
Es una película sin respuestas, con un final abierto, como en muchas de mis películas. Pensé que era sugerente. No hace falta contar más.

- Roger, ¿te gustó el papel tan cargado de sexo?

Roger Coma- (Risas) Sí follar, está muy bien y es divertido, pero hay que contar más cosas y todo lo que no se cuenta además, es lo que más me atrae. Ellos no se preguntan nada, por eso funciona tan bien la relación.

V.P.- Son personajes solitarios, quizás personajes sacados de “Amor idiota” como el de la cafetería. Solitarios que la vida les ha llevado a lo que son.

- ¿Cómo surgió la aparición de Boris Izaguirre?

V.P.- Un aspecto simpático. Se parecía al personaje. Hay una tradición de escritores que aparecen en las películas y pensé que era algo simpático. Es muy inteligente, se lo propuse y en seguida dijo que sí. Un guiño simpático al espectador.

- Fernando, tu personaje al principio no se le da importancia, pero sí al final..

F.G.- El final estaba desde el principio. Hay un descaro y una desinhibición. Son personajes que no les importa nada. Ella empieza a enamorarse, pero él la utiliza. Con las miradas te das cuenta que él planea escaparse. Lo bonito es que no se insiste en los detalles, sino que queda todo ante un abismo: qué ha ocurrido, por qué. Ella viene del horror, pero se encuentra con otro horror psicológico.

V.P.- Lo que importa en realidad es la situación más que el detalle, sin necesidad de descubrir demasiadas cosas.


sergio_roma00@yahoo.es

 

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