CINeol

O utiliza la Búsqueda Avanzada




Crítica - Si la cosa funciona

Poster

'Dejarse llevar'

28/09/2009 - Por Sergio Roma

(3/5)

Si la cosa funciona
Director: Woody Allen
Intérpretes: Larry David (Boris Yellnikoff) / Evan Rachel Wood (Melodie St.Ann Celestine) / Patricia Clarkson (Marietta Celestine) / Ed Begley Jr. (John Celestine) / Henry Cavill (Randy James) / Conleth Hill (Leo Brockman) / Michael McKean (Joe) / Christopher Evan Welch (Howard) / Carolyn McCormick (Jessica) / Olek Krupa (Morgenstern) / Jessica Hecht (Helena) / John Gallagher Jr. (Perry) / Lyle Kanouse (Ed)
Duración: 92 minutos
Sinopsis: Boris Yellnikoff es un extraño misántropo de Manhattan que conoce a una ingenua e impresionable joven del sur que se va de su casa para vivir en Nueva York. Cuando sus estrictos padres viajan a la Gran Manzana para llevarla de [...]
Lea más en su ficha

Estreno en España: 2 de Octubre de 2009

CRÍTICA



Abrumados y casi indefensos ante el desfile de mediocres comedias americanas (y alguna que otra española) que circulan últimamente sobre una pasarela de poca exigencia, resulta revitalizante que Woody Allen nos deleite con una nueva comedia, a su más puro estilo y con aires abiertamente desenfadados.
Cierto es que el hábil cineasta neoyorkino recurre con naturalidad a su genuino e identificativo cine, pero no menos cierto es que lo realiza de manera tan brillante y con un guión tan exultante que en ningún caso se le puede tachar de reiterativo o poco original.


(Más imágenes en su galería)



Tras su (interesante) aventura londinense y su (discreto) paseo catalán y con un guión guardado durante treinta años, Woody Allen no sólo regresa a su ciudad natal para volver a rodar, sino que regresa al cine que tantos éxitos le ha proporcionado y en el que se mueve como pez en el agua. Desde un primer momento, Allen logra la complicidad del espectador hablándole (literalmente) a la cara y a partir de ahí transportarle a un viaje con tintes divertidamente surrealistas como sólo podrían proporcionar un cruce explosivo de personajes y situaciones.

El primer y principal personaje es Boris Yellnikoff, egocéntrico, misántropo y maniático personaje interpretado sensacionalmente por Larry David, conocido por sus apariciones en la televisión estadounidense, y en un papel que le encaja a la medida. A través de este actor, Allen consigue que un personaje uraño, asocial y a todas luces antipático, resulte interesante, simpático y en la mayor de las ocasiones agradable. No podemos obviar el marcado reflejo de alter ego que posee Yellnikoff respecto a Woody Allen y la facilidad con que a través de él, el director se posiciona en algunos aspectos y se divierte especulando en otros. Reflexiona, afirma, discute y proporciona moldes para adentrarnos en su particularísimo mundo donde cinismo y desvergüenza se dan la mano con el día a día cotidiano. Allen se siente cómodo con el personaje principal, y aunque tiene un guión pre-establecido le deja actuar, le proporciona vida y se deleita observando hacia dónde gira y cómo reacciona en su fortuita interconexión con el otro personaje contrapuesto: Melodie. Terrible y a su vez deliciosamente inocente, inculta y por momentos irritante es el personaje que interpreta la bella Evan Rachel Wood. Una auténtica contraposición a la inteligencia y supuesto raciocinio de Yellnikoff, y que a la larga y tras una peculiar convivencia otorgarán las situaciones y diálogos más divertidos de todo el film. Una provocación que proporcionará por un lado un escenario de momentos irónicos, y por otro una excusa perfecta para confrontar estilos de vida, de pensamiento y de actitud hacia las adversidades.

El amor, está, pero nadie le reclama, es casi anecdótico y no será determinante en sus aspectos fundamentales. Conformarse, dejarse llevar “si la cosa funciona”, y dar importancia al azar en su reverso más irónico es el eje fundamental en el que se moverán toda una serie de personajes con los que Allen juega a hacerlos soñar dentro de las paredes con que la vida oprime.

Irreverente, sin vergüenza y sin complejos. Una obra sin excesivas pretensiones, en un tono engañosamente menor, con la que Woody Allen regresa sus orígenes, y con ello, a la comedia inteligente.

sergio_roma00@yahoo.es

 

Visitada: 1656 veces


Comenta esta Crítica

Comentarios (1)

11:58 - 01/10/2009

Mr.J

Quer ganas de volver a ver Manhattan desde el punto de vista de woody. Y encima con el gran Larry David


Ver el resto de comentarios sobre esta noticia





Puntuación de los Usuarios

6.81

(115 votos/8448 visitas) - Estadísticas >>