Corazón de Tinta
Director: Iain Softley
Intérpretes: Brendan Fraser (Silvertongue) / Paul Bettany (Dustfinger) / Eliza Bennett (Meggie Folchart) / Jim Broadbent (Fenoglio) / Rafi Gavron (Farid) / Sienna Guillory (Resa) / Helen Mirren (Elinor Loredan) / Andy Serkis (Capricorn) / Jessie Cave (Náyade) / Lesley Sharp (Mortola) / Jamie Foreman (Basta)
Duración: 106 minutos
Sinopsis: Inkheart tiene como protagonista a una niña, Meggie, cuyo padre tiene la habilidad de volver reales los personajes de los cuentos que lee en voz alta. Una noche desafortunadamente da vida a un villano y a su panda de secuaces. Es [...]
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Estreno en España: 19 de Junio de 2009

CRÍTICA

Un hombre con la capacidad de hacer cobrar vida a los personajes de los cuentos, un villano y su ejército resucitados, un libro que puede traer a nuestro mundo al mal absoluto, brujas, niñas, Las mil y una noches, Totó… un mundo rico e imaginativo que promete una gran historia. Pero no, Corazón de tinta es un chasco más en este nuevo subgénero de adaptaciones de best-sellers juveniles.

Si Harry Potter abrió la veda con bastante buen resultado, le siguieron toda una masa de productos clónicos y precipitados que no hacían justicia a sus iguales literarios: Los seis signos de la luz, Eragón, La brújula dorada… Grandes historias que arrastraban a la lectura de principio a fin pero que fueron objeto de torpes adaptaciones llenas de saltos y resúmenes chapuceros. El problema es tratar de llevar a la pantalla absolutamente todo lo que hay en el libro y es que parece que estos guionistas y productores no entienden de síntesis.

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Basado en el libro del mismo nombre de Cornelia Funke (hasta su nombre parece sacado de Potter), Corazón de tinta parte de una propuesta interesante para vagar dentro de su propia historia sin saber muy bien hacia donde. Una presentación larguísima y repetitiva de los problemas de la familia “pico de oro” (“silvertongue” o lengua de plata en inglés, mucho más elegante), viajes de un lado a otro de Europa sin mucho sentido, personajes que van y vienen con ganas de desarrollarse pero sin llegar a conseguirlo y un protagonista al que no se coge el más mínimo cariño. Con lo bien que pintaba el argumento y lo lejos que se queda de las expectativas.

Aunque Brendan Fraser (como Mo “pico de oro” Folchart) encabeza los carteles, lo cierto es que Paul Bettany como Dustfinger resulta lo más interesante de la película, cameo de su esposa Jennifer Connelly incluido. Por alguna razón Bettany consigue siempre salir airoso de los mayores desastres, ¿será porque es un grandísimo actor? Ya sólo le falta elegir algo mejor sus proyectos. En cuanto al resto del reparto, lo cierto es que Fraser está excelentemente flanqueado: Andy Serkis (como el malísimo Capricornio), Sienna Guillory, Helen Mirren, Jim Broadbent y la niña Eliza Bennett. Todos ellos defienden con dignidad sus personajes (Serkis algo exagerado), pero tampoco pueden hacer mucho más.

Llama especialmente la atención la ambientación, tanto los decorados como la caracterizacion de los personajes han sido elegidas con sumo cuidado, con una visible preocupación por cada detalle. Está claro que el envoltorio es bueno, los actores son buenos y el director Ian Softley (K-Pax, La llave del mal) sabe hacer su trabajo. Es lamentable que no se pueda hacer nada mejor con tan buenas herramientas.

En resumen, el guión va a saltos, algunas situaciones se repiten hasta la saciedad (los secuaces de Capricornio siempre parecen estar buscando a alguien con mucha prisa, pero no tenemos muy claro porqué) y el conjunto resulta bastante aburrido. Da la sensación de ser un buen puzzle con las piezas colocadas al azar. Puede que a los niños les entretenga el desfile de personajes extraños, pero los adultos echarán de menos poder meterse en la sala de al lado.