Era viernes tarde y llamé a mi novia, como estaba lloviendo, decidimos ir al cine, y decidí apostar por los hermanos Coen, creadores de mitos como El Gran Lebowsky.

Y no me equivoqué, he de decir que si en un principio la película parece un acercamiento de los Coen al "mainstream", toda esa impresión se diluye conforme avanza la pelicula.

Mucha gente creerá que es una película basada en Clooney y Zeta-Jones, pero no es así, es la película de Joel Coen, un genio capaz de sacar petróleo de un género tan trillado como es la comedia romántica.

Poco a poco la película se va descubriendo con una locura tras otra, con una escena cada vez más divertida, Coen saca su ingenio de manera increíble en escenas como la del juicio o la boda, se inventa personajes tan geniales como el jefe del bufete de abogados, le da fuerza a los diálogos...

En cuanto a la interpretación, he de reconocer que Clooney, que nunca ha sido de mi simpatía, aquí está que se sale, haciendo perfectamente de abogado listillo, el papel de Zeta-Jones no tiene mucho mérito, pues lo único que tiene que hacer es permanecer impasible.

Pero desde aquí tengo que lanzar una alabanza al genial secundario, el compañero, geniales sus escenas de llantos, de apoyo a Clooney, siendo realmente una de las grandes sorpresas de la película.

Hacía tiempo que no me reía con una película, bien, gracias a Dios los Coen existen.