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Crítica - The Reader (El Lector)

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'La lectura como vehículo de imaginación y deseo'

12/02/2009 - Por Sergio Roma

(4/5)

The Reader (El Lector)
Director: Stephen Daldry
Intérpretes: David Kross (Joven Michael Berg) / Kate Winslet (Hanna Schmitz) / Ralph Fiennes (Michael Berg) / Bruno Ganz (Profesor Rohl) / Susanne Lothar (Carla Berg) / Lena Olin (Rose Mather / Ilana Mather) / Burghart Klaußner (Juez) / Volker Bruch (Dieter Spenz) / Karoline Herfurth (Marthe) / Alexandra Maria Lara (Joven Ilana Mather) / Matthias Habich (Peter Berg) / Vijessna Ferkic (Sophie) / Linda Bassett (Srta. Brenner) / Hannah Herzsprung (Julia) / Jeanette Hain (Brigitte) / Florian Bartholomäi (Thomas Berg)
Duración: 124 minutos
Sinopsis: Alemania, 1958. El joven Michael Berg, un adolescente de clase acomodada, cae enfermo e medio de la calle y recibe la ayuda de una desconocida llamada Hanna. Cuando se recupera acude a su casa para agradecérselo, y pronto comienzan una relación [...]
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Estreno en España: 13 de Febrero de 2009

CRÍTICA



La lectura como vehículo de imaginación y deseo (4/5)

Una anécdota a priori insignificante y puramente romántica como el hecho de que tu pareja te lea libros puede quedarse en eso, una anécdota, o puede ser el eje central y metafórico de toda una historia que se desarrolla en la antigua República Federal alemana de los años cincuenta y que tiene como protagonistas a un joven estudiante (Michael Berg) y a una solitaria y misteriosa mujer mayor que él (Hanna Schmitz). A modo de “tócala otra vez” y seguramente con una similar carga de nostalgia, Michael va seleccionando títulos como “La Odisea”, “El amante de Lady Chatterley” y sobre todo “La dama del perrito” que Hanna, la enigmática Hanna va degustando con frágiles y sensuales escuchas como preludio de un posterior encuentro sexual donde camuflarse en un presente sin lastres ni recuerdos que impidan insidiosas interrupciones de un momento fugaz y placentero.
Meses después Hanna desaparece misteriosamente dejando una estela de melancolía e innumerables interrogantes. Que se vuelvan a encontrar, y en qué circunstancias tan sólo depende de un de un destino impredecible.


(Más imágenes en su galería)



Tras un guión que en apariencia pudiera hacer pensar en una nueva revisión del Holocausto, se esconde una historia que se aleja en parte de dicha revisión. Como bien dice el director Stephen Daldry “no es lo que podría llamarse una película sobre el Holocausto” y sí más bien una poderosa reflexión sobre los comportamientos de las personas en situaciones extremas, y los secretos que se esconden en el baúl de la memoria y al que pocas personas tienen acceso.

Hanna esconde un oscuro secreto, y el comienzo de la película, socorriendo a un jovenzuelo enfermo, y posteriormente arropándolo en el manto de su calurosa compañía, nos provoca múltiples interrogantes. La magnífica interpretación de Kate Winslet posiblemente en el mejor papel de su carrera, consigue una fuerza e intensidad en el personaje de Hanna que lo convierte en un elemento inquietante, y en un continuo enigma que lo va envolviendo todo hasta su desenlace final.
El transcurso del tiempo actuará como juez inquisidor o bien como continuo lastre en vidas que ya nunca volverán a ser como antes, y en caracteres que cambiarán de por vida en virtud de un recuerdo melancólico.

Hay muchas manos, y todas maestras en la producción de esta película (Anthony Minghella / Sydney Pollack / Donna Gigliotti / Redmond Morris) que en mayor o menor medida se dejan notar. En cambio, la dirección de Stephen Daldry, no destaca en exceso, y sí parece dejarse llevar por la arrebatadora historia, que maneja con imágenes sobrias, un tiempo pausado y elegante y una dirección de actores notable, como ya ocurriese en “Las horas”.

Es posible, que se haya cometido el error de insistir en Winslet en todas las etapas de su vida, y sea complicado abstraernos de su belleza para observarla desde el halo de la vejez. Una segunda actriz, hubiese resultado quizás más verosímil y le habría añadido una carga de realismo más aceptable. En cambio el personaje de Michael Berg es brillante desde los dos puntos de vista, y con dos actores diferentes. Por un lado, la inocencia del adolescente interpretado por un correcto David Kross y por otro, la experiencia y melancolía retratadas a través de la mirada del como siempre interesante Ralph Fiennes.

Una lectura puede significar mucho más que simples palabras que se pierden por el sótano de los ruidos; puede llegar a ser un salvoconducto imaginativo donde olvidar y ser olvidado, donde dejar a un lado estigmas y reproches y navegar a través de unos labios que despiertan un deseo que poco a poco se convertirá en pasión.

“The reader” nos muestra una diminuta ventana que refleja un mundo distante, lejano pero muy controvertido, y deja un pequeño resquicio para observar con detenimiento el transcurso de acontecimientos que confluirán en momentos emotivos y escenas ligeramente conmovedoras.


sergio_roma00@yahoo.es

 

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Comentarios (1)

22:59 - 12/02/2009

Miniviciao@

Tengo muchas ganas de verla.


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