Australia
Director: Baz Luhrmann
Intérpretes: Nicole Kidman (Lady Sarah Ashley) / Hugh Jackman (Drover) / Brandon Walters (Nullah) / David Wenham (Neil Fletcher) / Bryan Brown (King Carney) / Ben Mendelsohn (Capitán Dutton) / David Ngoombujarra (Magarri) / David Gulpilil (Rey Jorge) / Jack Thompson (Kipling Flynn) / Jacek Koman (Ivan) / Essie Davis (Cath Carney) / Ursula Yovich (Daisy) / Tony Barry (Sargento Callahan) / Wah Yuen (Sing Song) / Kerry Walker (Myrtle Allsop) / Barry Otto (Administrador Allsop) / Bruce Spence (Dr. Barker) / Matthew Whittet (Hermano Frank) / Bill Hunter (Skipper)
Duración: 165 minutos
Sinopsis: 1939. Lady Sarah Ashley acude a Australia a ayudar a su marido, un rico aristócrata inglés, a hacerse cargo del enorme rancho que posee, que se encuentra en dificultades económicas. Cuando llega allí se encuentra que su marido ha sido asesinado, [...]
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Estreno en España: 25 de Diciembre de 2008

CRÍTICA

Se acerca la temporada de premios y con ella los estrenos de las cintas que aspiran a ellos. Algunas de las que optan a los galardones o al menos a las nominaciones que acaban publicitando sus carteles, reservan estas fechas para saltar a la palestra.
Australia es una de estas cintas que sobre el papel parece llamada a estar representada en estos certámenes que acaban marcando las tendencias de los próximos meses. De ella daba la sensación que tenía todas las papeletas para colarse en los premios principales por las pretensiones que se le atribuían. Lástima que el resultado sea bien distinto.

Lady Sarah Ashley (Kidman) es una mujer de la clase alta británica que se embarca en un viaje a Australia, país donde su marido tiene negocios ganaderos y que por ello tiene abandonada a su esposa. Cuando ésta llega allí, descubre que su marido ha fallecido y que debe encargarse personalmente del negocio con la única ayuda de un arisco capataz llamado Drover (Jackman). Con este hilo argumental Baz Luhrmann trata de hilar una especie de canto a Australia, tierra que vio nacer (o crecer en el caso de Nicole) a prácticamente todo el equipo. El problema es que la historia no termina de encuadrarse en ningún género concreto. A ratos navega por la comedia romántica, a otros por el cine de aventuras, y a ratos de soslayo por el drama, con lo que consigue una mezcla que no termina de definir la trama principal. Incluso se permite incluir situaciones históricas como la persecución sobre los aborígenes a comienzos del siglo XX simplemente como recurso narrativo para un elemento secundario de la trama.

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La simple presencia de Kidman y Jackman ayuda a capear con este hecho, ya que son los protagonistas absolutos y toda la película funciona como perfecto lucimiento de la pareja, pero los 165 minutos de metraje acaban por restarle efectividad a una cinta que sumando todos los pros y los contras deja la sensación de perder fuelle por querer ser tan pretenciosa, y el caso es que no es mala. Media hora menos de duración le habría beneficiado en el conjunto.

Como notas negativas hay que añadir dos hechos principales. Uno es que siendo un canto a Australia, duele ver el abuso de efectos digitales que ilustran las panorámicas de un país con encanto propio. El otro es el personaje de David Wenham, el malo de turno. El actor que siempre será recordado por su Faramir de El señor de los anillos tiene que lidiar con un personaje de dibujos animados, un malo que parece escrito por un niño de diez años y ante el que el actor no puede hacer nada por no parecer ridículo.

Con todo, la película no es mala. Tiene momentos bastante buenos que se ven lastrados por los malos. Lo que prometía ser una de las películas del año acaba sucumbiendo precisamente a su propia prepotencia.