Outlander
Director: Howard McCain
Intérpretes: Jim Caviezel (Kainan) / Sophia Myles (Freya) / Jack Huston (Wulfric) / John Hurt (Rothgar) / Cliff Saunders (Boromir) / Patrick Stevenson (Unferth) / Aidan Devine (Einar) / Ron Perlman (Gunnar) / Bailey Maughan (Erick) / Scott Owen (Aethril) / Ted Ludzik (Olaf) / James Binkley (Leader) / William McNamara (Finn) / Matt Cooke (Capitán) / Simon Northwood (Guerrero) / Steven Wendland (Guerrero vikingo) / Mark A. Owen (Corsario)
Duración: 115 minutos
Sinopsis: Año 709. Es la era vikinga y una nave espacial acaba de estrellarse contra un majestuoso fiordo. De la nave siniestrada desembarcan Kainan, un guerrero humanoide, y también el Moorwen, una criatura salvaje dispuesta a vengar la muerte de su raza [...]
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Estreno en España: 28 de Noviembre de 2008

CRÍTICA

Aventuras futuristas en la época vikinga (2/5)

Lo mejor: la ambientación y los primeros minutos en la aldea vikinga
Lo peor: el final, incomprensible.

El género de aventuras es un estilo por el que la mayoría de actores pasan alguna vez en sus carreras. En esta ocasión el que intenta salvar a la humanidad (es una aventura futurista) es Jim Caviezel, aquel que nos tocara la fibra sensible con Frequency, nos inquietara en su papel de malo en Deja Vu o con la dura y sufrida composición que realizó en La Pasión de Cristo. A él se unen sir John Hurt (que cada vez escoge papeles más sorprendentes para un actor de su calibre), Ron Perlman (que demuestra que pese a ser un gran actor nunca se le va a dar una merecida oportunidad, salvo en papeles de monstruo, bárbaro... aunque los clave) y la incipiente Sophia Miles (vista anteriormente en otro papel de época en Tristan e Isolda).

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Año 509. Es la era vikinga y una nave espacial acaba de estrellarse contra un majestuoso fiordo. De la nave siniestrada, desembarcan Kainan, un guerrero humanoide y también el Moorwen una criatura salvaje dispuesta a vengar la muerte de su raza a manos del ejército del guerrero. Aislado en este nuevo planeta, en el que la gente vive a miles de años de la desarrollada civilización que ha dejado atrás, Kainan decide buscar y derrotar a su mortal enemigo .

Uno de los problemas que suelen tener este tipo de películas es que los efectos visuales suelen ser bastantes mediocres. Paradójicamente éste es uno de los aspectos que no son especialmente negativos del film (es decir no son nada del otro mundo, pero no “cantan” demasiado). De hecho, es una de las cosas más sorprendentes de la película, que a pesar del poco dinero con el que cuenta una producción de estas características logren unos efectos tan “apañados” (al igual que ya pasó con el monstruo de The Host).

Otro punto fuerte es la notable dirección artística, que está muy cuidada, logrando que tanto el vestuario como los escenarios por los que se mueve la película transmitan las condiciones de vida de la época y ayuden al espectador a situarse en la acción.

El problema viene (como en casi todas las películas) en que el guión no sabe desarrollarse. Me explico, la puesta en escena, el comienzo de la película e incluso hasta la mitad de la misma el ritmo es bastante bueno, pero llega un momento (que coincide con el descubrimiento del MacGuffin ) en el que el guión se desinfla de una manera ilógica y brutal, dando paso a una serie de escenas ligadas absurdamente y que culminan en un final completamente paródico.

De todo esto supongo que tiene mucha culpa el director y guionista del film Howard McCain (guionista también del futuro Conan). McCain no logra transmitir con el guión todo lo que intenta con la cámara y eso hace que el espectador no llegue a entrar en la película del todo.

Aunque no es una gran película (en EE.UU. ha sido editada directamente en formato doméstico) tampoco deja una mala sensación. McCain aprovecha bien el ajustado presupuesto que tiene y con una buena revisión del guión y un montaje más pulido podría haber sido una buena película de aventuras.